La teoría general de sistemas surge como una respuesta en contra del reduccionismo científico inspirado por las ideas positivistas de principios del siglo XX. Dicho reduccionismo, aboga por la división y especialización de la ciencia, creando distintas disciplinas que se centran en el estudio de fenómenos aislados; los cuales deben ser analizados como entidades independientes, tanto del observador, como de su medio. Además, dicha parcelación disciplinaria pugna por el desarrollo de las diferentes especialidades científicas como campos cerrados, que solo generen principios universales circunscritos a sus respectivas áreas de conocimiento; produciendo explicaciones científicas individuales, restringidas y fragmentadas (Flórez, Thomas, 1993).
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Por el contrario, la teoría general de sistemas busca aprender la realidad de una manera global y sistémica, a partir de la integración de las ciencias naturales y sociales. Para ello, adopta una perspectiva holística, dando prioridad a las relaciones y a los conjuntos que surgen a partir de ellas. De esta forma, promueve la comunicación y cooperación entre las distintas especialidades (Arnold, Osorio, 1998).
Aunque los orígenes de este paradigma pueden ser rastreados hasta los inicios de la filosofía y la ciencia; la teoría general de sistemas fue formalmente propuesta por el biólogo y filósofo austriaco Karl Ludwin von Betalanffy, quien la consideraba un instrumento básico y necesario para la formación y preparación de científicos (Universidad Nacional Autónoma de México, 2020).
A continuación, se mencionarán algunos de los principios y conceptos más importantes dentro de esta corriente.
¿Qué es la teoría general de sistemas?
La teoría general de sistemas es una metateoría que no se interesa en la exploración de los fenómenos de la naturaleza como entidades aisladas e independientes de su contexto, sino que se centra en el estudio de los sistemas de los que estos son parte. Para ello, intenta encontrar las propiedades comunes a dichos sistemas, los cuales se encuentran presentes en todos los niveles de la realidad. En tanto los fenómenos analizados son objeto de disciplinas académicas diferentes, la teoría de sistemas propone un modelo de estudio interdisciplinario (Universidad Nacional Autónoma de México, 2020).
El principal objetivo de la teoría general de sistemas es encontrar reglas de valor general, aplicables a cualquier sistema y en cualquier nivel de la realidad. A esta propiedad se le conoce como isomorfismo. Para lograr tal cometido, esta corriente impulsa el desarrollo de una terminología general que permita describir las características, funciones, y comportamientos sistémicos. Además, busca desarrollar un conjunto de leyes aplicables a dichos comportamientos, para finalmente, promover la formalización de tales leyes (Arnold, Osorio, 1998). De esta forma, la teoría de sistemas se presenta a sí misma como una poderosa herramienta potencialmente capaz, no solo de explicar los fenómenos de la realidad, sino, además, de predecir la conducta futura en dicha realidad (Johansen, 1982).
Dentro de esta teoría, los objetos ya no son entidades finales, absolutas e irreductibles, sino que son definidas en virtud de sus interacciones. De esta forma, las dimensiones y fenómenos son considerados, tanto componentes de un sistema, como sistemas en sí mismos, pudiendo ser estudiados en distintos niveles de realidad (Flórez, Thomas, 1993).
Principios de la teoría general de sistemas
En su forma más esencial, la teoría general de sistemas se rige por una serie de principios; los cuales, son generalmente atribuidos a Hegel. Estos son:
- El todo es más que la suma de las partes.
- El todo determina la naturaleza de las partes.
- Las partes no pueden comprenderse si se consideran en forma aislada del todo.
- Las partes están dinámicamente interrelacionadas o son interdependientes.
(Universidad Nacional Autónoma de México, 2020).
Imaginemos, por ejemplo, un ojo, el cual está constituido por elementos como el iris, la córnea y la retina. La simple unión de dichas estructuras no produce la visión por sí misma, ya que es la relación del ojo con otras estructuras y sistemas la que permite que esta facultad se presente. Así mismo, cualquiera de estos elementos sería solo un simple conjunto de tejidos, si no se encuentra vinculado con el ojo al que pertenece, y no se relaciona de manera adecuada y funcional con las demás estructuras del sistema.
Por otro lado, la teoría general de sistemas se fundamenta en tres premisas básicas:
- Los sistemas existen dentro de sistemas. Por ejemplo, el ojo forma parte del cuerpo, mientras que, de forma interna, cada uno de sus componentes se encuentra formado por células.
- Los sistemas son abiertos. Es decir, que recibe y descarga algo en los otros sistemas. En el caso del ojo, existe un proceso de intercambio de información (entrada y salida) entre un sistema integrado por el mundo externo y otro formado por el cerebro.
- Las funciones de un sistema dependen de su estructura. En el ejemplo del ojo, este puede dar lugar a la visión gracias a que está constituido por células y tejidos especializados en esa acción.
(Universidad Nacional Autónoma de México, 2020).
¿Qué es un sistema, según la teoría general de sistemas?
De manera general, los sistemas son conjuntos organizados de elementos interactuantes e interdependientes, que se relacionan integrando un todo unitario y complejo; los cuales son formados para alcanzar un conjunto de objetivos (Johansen, 1982; Arnold, Osorio, 1998). Estos elementos no se refieren al campo físico, sino más bien al funcional. De esta forma, dichos componentes corresponden a funciones básicas realizadas por el sistema. Las cuales son:
- Entrada: son los ingresos del sistema que pueden ser recursos materiales, recursos humanos o información. Las entradas constituyen la fuerza de arranque que suministra al sistema sus necesidades operativas.
- Proceso: es lo que transforma una entrada en salida. Cuando se conocen los elementos de proceso de un sistema, se le denomina “caja blanca”. Cuando sucede lo contrario, y sólo se sabe a qué determinadas entradas corresponden determinadas salidas, se le conoce como “caja negra”.
- Salidas: son los resultados que se obtienen de procesar las entradas, materializándose en productos, servicios o información.
(Universidad Nacional Autónoma de México, 2020).
De esta forma, las salidas de un sistema se convierten en entrada de otro, que la procesará para convertirla en otra salida, repitiéndose este ciclo indefinidamente.
Además, a medida que integramos sistemas, vamos pasando de una complejidad menor a una mayor. Y de forma contraria, a medida que desintegramos perdemos visión del todo y nos vamos acercando al método reduccionista.
Clasificación de los sistemas
La clasificación de los sistemas suele depender del fin perseguido por los investigadores. Por lo tanto, no existe una categorización unitaria. Algunas de las más importantes son las siguientes:
- Según su entitividad:
- Reales: son independientes del observador, quien puede descubrirlos.
- Ideales: construcciones simbólicas (en lógica o matemáticas).
- Modelos: abstracciones donde se combina lo conceptual con las propiedades de la realidad.
- De acuerdo a su origen:
- Naturales
- Artificiales
- En relación al grado de aislamiento:
- Abiertos: estos importan y procesan elementos de sus ambientes. Estos intercambios son permanentes y determinan su equilibrio, capacidad reproductiva o continuidad.
- Cerrados: en ellos, ningún elemento de afuera entra y ninguno sale fuera del sistema.
- Según la materialidad del objeto:
- Físicos
- Abstractos
- Por su comportamiento:
- Deterministas: completamente predecibles.
- Probabilísticos: no son totalmente predecibles.
- De acuerdo al grado de complejidad:
- Morfológicos: se analizan las relaciones entre las partes del sistema, utilizando coeficientes de correlación.
- En cascada: sus partes se unen por un flujo de masa o energía.
- De proceso respuesta: se caracterizan por lo menos por una unión entre una variable morfológica y un flujo en el sistema de cascada.
- Sistemas de control: los sistemas de proceso-respuesta están controlados en sus componentes clave por el ser humano.
(Flórez, Thomas, 1993; Arnold, Osorio, 1998).
Relaciones y sus tipos
Las relaciones son los enlaces que vinculan entre sí a los objetos o subsistemas que componen a un sistema complejo. Estas pueden ser clasificadas en:
- Simbióticas: en ellas, los sistemas conectados no pueden seguir funcionando solos. Se dice que esta relación es parasitaria cuando un sistema no puede vivir sin otro sistema; o bien, mutual, cuando ambos sistemas dependen entre sí.
- Sinérgica: consiste en una relación que no es necesaria para el funcionamiento de un sistema, pero le resulta útil.
- Superflua: son las que son repetidas por otras relaciones. Aunque aumentan la posibilidad de que un sistema funcione todo el tiempo, implican un costo para el sistema.
(Universidad Nacional Autónoma de México, 2020).
Aplicación de la teoría general de sistemas y sus limitaciones
Dado su surgimiento como una nueva forma de interpretar y analizar los fenómenos estudiados por la Ciencia, la teoría general de sistemas es aplicable a cualquier sistema natural o artificial. Esto es, permite la explicación de casi cualquier organismo o máquina a partir de sus ideas. No obstante, sus limitaciones se hacen evidentes cuando sus principios son aplicados a los fenómenos humanos y sociales de mayor complejidad; cuyo control y predicción es muy limitado (Arnold, Osorio, 1998).
Aun así, el desarrollo de una Teoría General de Sistemas Sociales, basada en analogías entre sistemas naturales o artificiales y estructuras socioculturales, ha logrado importantes avances en áreas como la ecología cultural, la politología, la sociología y el ámbito organizacional. De esta forma, la teoría general de sistemas ha dejado de ser solo un planteamiento teórico, para finalmente transformarse en una herramienta con aplicaciones útiles en diversas áreas del conocimiento.
Al final, es necesario reconocer que, si bien es cierto que el objetivo principal de este enfoque de desarrollar un conjunto de leyes aplicable a cualquier nivel de realidad, se encuentra aún muy lejos de ser cumplido; sus propuestas y aplicaciones prácticas han constituido un respaldo sólido para el desarrollo de un enfoque interdisciplinario que permita construir el conocimiento desde una nueva perspectiva.
Referencias
- Arnold, M., Osorio, F. (1998). Introducción a los conceptos básicos de la teoría general de sistemas. Cinta Moebio, volumen (3), pp. 40-49. moebio.uchile.cl
- Flórez, A., Thomas, J. (1993). La Teoría de Sistemas. Cuadernos de Geografía, volumen (4), número (1-2). dialnet.unirioja.es
- Johansen, O. (1982). Introducción a la Teoría General de Sistemas. Ciudad de México, México. Limusa Noriega Editores. cloudfront.
- Sarabia, A. (1995). La teoría general de sistemas. Madrid, España. Isdefe. cloudfront.net
- Universidad Nacional Autónoma de México (2020). Teoría General de Sistemas. Laboratorio de ecología UNAM Sisal. [Documento PDF]. sisal.unam.mx