El Alzheimer es una enfermedad irreversible y progresiva que destruye lentamente la memoria y las habilidades cognitivas. Lo que significa que las personas que la padecen, eventualmente pierden la capacidad de desempeñar las tareas más simples y cotidianas (National Institute on Aging, 2021). Aunque aún no se han encontrado las causas directas que llevan a este tipo de demencia, diversos estudios han logrado identificar, desde un inicio, ciertos cambios fisiológicos típicos que caracterizan a esta enfermedad. Entre los más importantes, se encuentra la acumulación de placas de amiloide beta (Aβ) y la patología del ovillo neurofibrilar o tau en el cerebro. Afecciones que, de acuerdo a estudios recientes, pueden ser explicadas por ciertos tipos de inflamación, infecciones y disbiosis bacteriana del intestino y la cavidad oral (Kamer et al., 2021). Estos resultados, implicarían que ciertos padecimientos en las encías, como la periodontitis, se encontrarían relacionados con el desarrollo del Alzheimer.
Por más sorprendente que suene en un inicio, la relación entre la salud de las encías y la enfermedad de Alzheimer, no es una consideración nueva. La periodontitis es una afección bacteriana oral, crónica, inflamatoria y disbiótica que afecta a más del 50 % de las personas mayores (Kamer et al., 2021). Dicha condición ya había sido relacionada con el padecimiento de otras enfermedades, como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, migraña o la infección oral por el virus del papiloma (Larramendi, Remón, 2021). Por otro lado, algunos estudios ya habían identificado que los pacientes con Alzheimer solían presentar enfermedades periodontales con mayor frecuencia. Un hecho que solía atribuirse a la reducción de las maniobras relacionadas con la higiene bucal, resultante del deterioro cognitivo (Hernández, Rodríguez, Díaz, 2020).
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¿Qué es el Alzheimer?
La enfermedad o mal de Alzheimer (EA) es la causa más común de demencia, representando entre un 60% y 70% de los casos a nivel mundial (Organización Mundial de la Salud, 2020). Entre sus síntomas más notables se encuentran los siguientes:
- Pérdida de memoria progresiva, que impide llevar a cabo las actividades cotidianas. Esta se manifiesta, por ejemplo: olvidando eventos y citas sin poder recordarlos después; colocando objetos en lugares erróneos o absurdos; a partir de extravíos en lugares que ya se conocen; olvidando el nombre de las personas a su alrededor y de los objetos; y manifestando severas dificultades para expresar ideas o participar en conversaciones.
- Problemas para concentrarse y pensar, en especial sobre conceptos abstractos, como los números.
- Dificultad para realizar diversas actividades a la vez, hasta llegar al punto de no poder manejar ninguna de manera adecuada.
- Deterioro en la capacidad para tomar decisiones y emitir juicios razonables.
- Dificultad para realizar actividades que requieren seguir una serie de pasos.
- Cambios en la personalidad o en la conducta como: depresión, apatía, cambios de humor, irritabilidad, desconfianza, desorientación o pérdida de la inhibición.
(Mayo Clinic, 2020).
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por una serie de cambios fisiológicos típicos. Entre los más importantes encontrados hasta la fecha se encuentran los siguientes:
- Aglomeraciones anormales en el cerebro llamadas placas amiloides
- Manojos enredados de fibras en el cerebro conocidos como ovillos neurofibrilares o tau
- Pérdida de conexiones entre las neuronas del cerebro
- El daño suele iniciar en el hipocampo y la corteza entorrinal
- Atrofia de la sustancia gris de la corteza cerebral
(National Institute on Aging, 2021).
¿Cómo se relaciona la salud de las encías con el desarrollo de Alzheimer?
De acuerdo a diferentes estudios, los cambios en el cerebro provocados por la enfermedad de Alzheimer comienzan una década o más antes de la pérdida de memoria y la aparición de otros problemas cognitivos. Durante este periodo asintomático, se producen cambios tóxicos a nivel fisiológico, donde depósitos anormales de proteínas forman placas amiloides y ovillos de tau en todo el cerebro. Debido a ello, las neuronas que antes estaban sanas, dejan de funcionar, pierden conexiones con otras neuronas y mueren. (National Institute on Aging, 2021).
Según estudios recientes, esta acumulación de proteínas típica del Alzheimer, y el deterioro cerebral consecuente del mismo, son el resultado de ciertas bacterias asociadas con infecciones en las encías y el desarrollo de padecimientos como la gingivitis y la periodontitis.
De acuerdo a estas investigaciones, la proteína tóxica que secretan estos microorganismos, llamada gingipain, es capaz de destruir las neuronas. Además, estas bacterias aumentan la producción de beta amiloide, provocando la formación de placas (Dominy et al., 2019; Kamer, 2021). Dichos resultados se ven confirmados por estudios que encontraron que las personas con Alzheimer que, además presentan enfermedades en las encías, sufren un deterioro cognitivo más rápido (Larramendi, Remón, 2021).
Los autores de estos trabajos, piensan que bacterias como la Porphyromonas gingivitis, causante de periodontitis, acceden al cerebro al infectar células del sistema nervioso, o directamente a través de los nervios craneales que conectan la mandíbula con la cabeza (Dominy, et.al 2019). La razón por la que este tipo de enfermedades bucales puede tener tal impacto en esta y otras áreas, reside en factores como su gran carga bacteriana y su cronicidad. Variables que facilitan la transmisión de esta clase de infecciones a otros órganos (Larramendi, Remón, 2021).
Evidencia sobre la relación entre Alzheimer e infecciones en encías
La relación propuesta entre la enfermedad de Alzheimer y trastornos infecciosos en las encías, ha sido puesta prueba por distintas investigaciones. En este sentido, se ha analizado la relación entre la pérdida de equilibrio en la cantidad y ubicación de las bacterias que habitan la boca (disbiosis), y los niveles de amiloidosis. Encontrándose que la disbiosis oral se encuentra asociada con variaciones en amiloide beta (Aβ), pero no con el desarrollo de ovillos neurofibrilares o tau (Kamer et al., 2021).
Por otro lado, un grupo de científicos se dio a la tarea de analizar el tejido cerebral, el líquido cefalorraquídeo y la saliva de pacientes (vivos y finados) diagnosticados con Alzheimer. Como resultado, observaron que la bacteria Porphyromonas gingivalis, causante de periodontitis, se encontraba presente en dichas muestras; lo que corroboraría la idea de que dicha entidad juega un papel muy importante en el desarrollo de este tipo de demencia (Dominy et al., 2019).
Así mismo, se han desarrollado análisis cuantitativos que evidencian que los pacientes con Alzheimer se caracterizan por una mayor cantidad de elementos dentales perdidos y edentulismo general, en comparación con la demás población (Hernández, Rodríguez, Díaz, 2020).
Posibles alternativas en el tratamiento y prevención del Alzheimer
El mal o enfermedad de Alzheimer no tiene cura, y los tratamientos en contra de sus síntomas tienen una efectividad muy limitada. Por ello, los resultados de estas investigaciones han abierto la puerta a posibles alternativas terapéuticas y de prevención.
El grupo de científicos que encontró pruebas sobre la presencia de Porphyromonas gingivalis y gingipains en el cerebro y su papel en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, probó una serie de sustancias en ratones, con el fin de bloquear las proteínas tóxicas; descubriendo con ello que sería posible detener la degeneración que este trastorno produce. A partir de dicho hallazgo, han comenzado la creación y prueba de un medicamento que esperan sirva como base de un nuevo tratamiento en humanos que ayude a controlar el avance de dicha enfermedad (Dominy et al., 2019).
Por otro lado, la relación que se ha comprobado entre ciertas afecciones en las encías y el mal de Alzheimer, ha dado lugar a que diversos especialistas consideren que la salud bucal es una prioridad de salud pública en las personas mayores. Esto significaría que los hábitos diarios de higiene oral y la supervisión dental por especialistas, podrían ser implementadas como medidas de prevención en el desarrollo de demencia y otro tipo de enfermedades relacionadas con la tercera edad (BBC News Mundo, 2019).
Reservas sobre la relación entre Alzheimer y la salud de las encías
Es importante señalar que las declaraciones sobre la relación que puede existir entre la enfermedad de Alzheimer y las infecciones en encías, no han sido recibidas con plena aceptación en todos los ámbitos. En este sentido, algunas organizaciones han manifestado ciertas reservas frente a estos resultados. Por su parte, la Fundación Alzheimer Society, ha declarado que las investigaciones en las que ellos han participado no habían encontrado dicha conexión. Además, la organización Alzhéimer Research de Reino Unido, puntualizó que sería extremadamente poco probable que la presencia de un solo tipo de bacteria fuera la única causa de esta enfermedad (citados por BBC News Mundo, 2019).
Un argumento que se repite en casi todos los estudios, es que la relación entre higiene bucal y Alzheimer puede presentarse en ambos sentidos; es decir, que también es probable que las bacterias de la periodontitis y las proteínas tóxicas que secretan sean una consecuencia y no una causa de la enfermedad. Ya que las personas con Alzheimer son más susceptibles a contraer infecciones en el cerebro.
Al final, es necesario aceptar que los descubrimientos en torno a esta curiosa relación, constituyen un avance científico muy valioso en el camino hacia el desarrollo de tratamientos y medidas preventivas más efectivas. No obstante, aunque reveladora, esta es una vía de investigación relativamente nueva, la cual, requiere ser profundizada con más trabajos académicos que respalden los resultados ya obtenidos.
Referencias:
- BBC News Mundo (2019). Alzhéimer: ¿la periodontitis crónica influye en el desarrollo de la enfermedad? BBC: sitio en línea. Recuperado de: bbc.com
- Dominy, S., Lynch, C., Ermini, F., Benedyk, M., Marczyk, A., Konradi, A., Nguyen, M., Haditsch, U., Raha, D., Griffin, C., Holsinger, L., Arastu-Kapur, S., Kaba, S., Lee, A., Ryder, M., Potempa, B., Mydel, P., Hellvard, A., Adamowicz, K., Hasturk, H., Walker, G., Reynolds, E., Faull, R., Curtis, M., Dragunow, M., Potempa, J. (2019). Porphyromonas gingivalis in Alzheimer’s disease brains: Evidence for disease causation and treatment with small-molecule inhibitors. Science Advances, volumen (5), número (1). Recuperado de: science.org
- Hernández, L., Rodríguez, A., Díaz, A. (2020). Relación entre Alzheimer y la enfermedad periodontal. Revisión tipo paraguas. Universidad de Cartagena, Facultad de Odontología, Departamento De Investigación. Recuperado de: repositorio.unicartagena.edu.co
- Kamer, A., Pushalkar, S., Gulivindala, D., Butler, T., Li, Y., Annam, K., Glodzik, L., Ballman, K., Corby, P., Blennow, K., Zetterberg, H., Saxena, D., De Leon, M. (2021). Periodontal dysbiosis associates with reduced CSF Aβ42 in cognitively normal elderly. Alzheimer’s & Dementia: Diagnosis, Assessment & Disease Monitoring, volumen (13). Recuperado de: alz-journals.onlinelibrary.wiley.com
- Larramendi, E., Remón, A. (2021). La Periodontitis, un trastorno más allá de las encías. 16 de Abril: Revista Científica Estudiantil, volumen (60), número (281). Recuperado de: rev16deabril.sld.cu
- Mayo Clinic (2020). Enfermedad de Alzheimer. Mayo Clinic, sitio web. Recuperado de: mayoclinic.org
- National Institute on Aging (2021). Alzheimer’s Disease Fact Sheet. National Institute on Aging, National Institute of Health, U.S.A. sitio online. Recuperado de: nia.nih.gov
- Organización Mundial de la Salud (2020). Demencia. Organización Mundial de la Salud, sitio web mundial. Recuperado de: who.int/es