¿Cómo identificar artículos científicos engañosos?

La creación de artículos científicos engañosos es un problema creciente que atenta en contra de la esencia misma de la ciencia, al divulgar información fraudulenta en favor de intereses tendenciosos, frívolos o personales.

En el ámbito de la investigación científica, los artículos científicos engañosos son un problema cada vez más común. Estas publicaciones socavan el proceso comunicativo entre investigadores y lectores a través de tácticas desleales, como títulos sensacionalistas, la manipulación de datos y extrapolaciones audaces en sus resultados. De esta manera, en su afán por obtener reconocimiento y notoriedad inmediatos, estos escritos logran desviar la atención de la verdad científica, envolviendo los hallazgos en una narrativa distorsionada que favorece sus objetivos engañosos.

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En este contexto, surge una cuestión crucial de ética científica que va más allá de la mera producción de conocimiento, planteando un dilema sobre la responsabilidad moral de los científicos en su labor y en la manera en que comunican sus descubrimientos. Debido a ello, a continuación, ahondaremos en las características más perniciosas de los artículos científicos engañosos y examinaremos su impacto en el panorama de la investigación y el desarrollo de la ciencia en general.

Error y engaño

Antes de adentrarnos en el análisis de los artículos científicos engañosos, es importante esclarecer y diferenciar entre la conducta fraudulenta y los errores que ocasionalmente pueden presentarse en las publicaciones científicas. Inicialmente, se parte del principio de buena fe por parte de los investigadores, considerando que los errores, ya sean aleatorios o sistemáticos, son más bien reflejos de una preparación inadecuada o incompetencia por parte de los autores. Sin embargo, también es posible que exista mala intención en la interpretación de estos errores, especialmente cuando se trata de manipulación deliberada o la creación de artículos con intenciones engañosas.

El error aleatorio se manifiesta cuando las mediciones repetidas, ya sea en un mismo individuo o en diferentes miembros de la población en estudio, presentan variaciones impredecibles. El método científico incorpora el error aleatorio como parte de sus premisas, y para garantizar un manejo adecuado de las pruebas que revelen asociaciones más allá del azar, exige ajustes en el tamaño de muestra y procedimientos de hipótesis que consideren esta fuente de error (Eslava, Escobar, 2012).

Por otro lado, el error sistemático se define como una desviación constante de los resultados respecto a la verdad, que se repite de manera consistente y no aleatoria. Este tipo de error posee un impacto más significativo en la veracidad de los datos, ya que distorsiona los resultados y puede llevar a conclusiones erróneas sobre asociaciones inexistentes. Se manifiesta de manera evidente en aspectos como la selección inapropiada de los sujetos o en la medición de las variables de exposición o resultado (Eslava, Escobar, 2012).

Es esencial destacar que, en la mayoría de los casos, estos errores no son considerados ni fraude ni engaño, ya que se parte de la premisa de que el autor actúa de buena fe.

Promoción inadecuada de artículos científicos

La promoción engañosa en el ámbito de los artículos científicos puede distorsionar la percepción pública sobre la importancia, alcance y origen de las investigaciones. Este fenómeno se manifiesta a través de titulares sensacionalistas, los cuales desempeñan un papel crucial al atraer la atención de las y los lectores. Dichos encabezados pueden oscilar entre la simplificación excesiva y la manipulación intencionada de los resultados de una investigación (Brunning, 2015).

Por su parte, la colaboración entre las revistas científicas y los medios de comunicación no solo amplifica la difusión de ciertos descubrimientos, sino que también puede influir en la orientación de la propia investigación. Esta relación bidireccional puede resultar en un sesgo en la selección de noticias, ya que la búsqueda de financiamiento y reconocimiento público puede impulsar la preferencia hacia investigaciones de alta repercusión mediática. Como resultado, las investigaciones que mejor se ajusten a los estándares de sensacionalismo pueden recibir una atención desproporcionada, en detrimento de otras áreas de estudio igualmente valiosas, pero menos llamativas desde la perspectiva mediática (Marco, Calderón, 2002).

Una manifestación directa de esta dinámica es la divulgación prematura de resultados de investigación antes de su publicación en revistas científicas. Esta práctica, en ocasiones, se justifica en función de avances terapéuticos o riesgos para la salud pública. Sin embargo, su utilización sin la debida consideración ética puede afectar negativamente el proceso de revisión por pares y erosionar la integridad de la publicación científica (Silvia, Llanes, Rodríguez, 2007).

En última instancia, la promoción engañosa de los artículos científicos representa un desafío ético que compromete la confianza en la ciencia y su comunicación. Para abordar esta problemática, resulta esencial encontrar un equilibrio entre la necesidad de difusión y la responsabilidad de mantener la integridad y veracidad en la divulgación científica.

Artículos científicos con muestras y grupos engañosos

En el contexto de los artículos científicos, la manipulación inadecuada de grupos y muestras surge como una estrategia engañosa que socava la integridad y validez de los resultados.

Uno de los enfoques empleados en esta manipulación es la elección de grupos de estudio de dimensiones insuficientes para sustentar las conclusiones presentadas. Cuando esto sucede, puede dar lugar a resultados anómalos que no son representativos de la población general.

Otra táctica manipulativa es la selección de muestras que no sean verdaderamente representativas de la población objetivo. Es decir, que estas no reflejen adecuadamente la diversidad de la población en estudio para que los resultados sean aplicables de manera más amplia. Cuando esto sucede, las conclusiones pueden carecer de validez y generalización. Además, la asignación de los grupos debe ser aleatoria, para evitar sesgos preexistentes.

También hay investigaciones donde no existe un grupo de control. Esto es, un grupo que no recibe la intervención en estudio. Este tipo de práctica puede indicar un intento de inflar artificialmente los efectos observados en el estudio (Brunning, 2015).

Asimismo, la ausencia de un diseño ‘doble ciego‘, dónde ni los sujetos ni los investigadores saben a qué grupo pertenecen durante el estudio, puede señalar una manipulación potencial de los resultados. La omisión de esta técnica sin justificación adecuada puede sugerir una falta de rigor científico y un intento de influir en los resultados a través de información privilegiada.

En última instancia, para evaluar la validez de un estudio y la aplicabilidad de sus resultados, es crucial analizar en detalle la población estudiada. Realizar preguntas críticas sobre cómo se reclutaron los pacientes, quiénes fueron incluidos y excluidos, y si los sujetos fueron evaluados en circunstancias realistas, puede proporcionar una visión más precisa de la aplicabilidad de los hallazgos (Carvajal, 2004).

Artículos científicos que manipulan datos

Uno de los problemas más serios en el ámbito de la investigación científica, es la manipulación y falsificación de datos. Estas acciones engañosas deterioran la base de la ciencia misma, por lo que Identificarlas es esencial para mantener la confianza en la investigación y garantizar la veracidad de los resultados presentados.

La manipulación de datos implica modificar los valores de observaciones existentes para respaldar las hipótesis propuestas. Los métodos incluyen desde exagerar algunos resultados, hasta ocultar otros de manera maliciosa. Así, los investigadores pueden recortar y ajustar datos para equilibrarlos o seleccionar solo aquellos que respaldan sus hipótesis. Esta manipulación a menudo involucra la «limpieza» selectiva de información para influir en los resultados estadísticos.

Por otro lado, existe también el ‘masaje’ de datos. Esta práctica deshonesta consiste en aplicar repetidamente métodos estadísticos hasta lograr valores convenientes. Esto socava la objetividad científica al buscar resultados favorables en lugar de aceptar hallazgos imparciales (Salinas, 2005).

Detectar estas prácticas manipulativas requiere una evaluación crítica y minuciosa de los estudios. Señales de alerta incluyen inconsistencias inexplicables en los datos, resultados demasiado uniformes o falta de transparencia en los métodos. La ausencia de datos brutos y la negativa a compartir información adicional también son indicativos.

Para asegurar la integridad de un estudio, necesitamos:

  • Evaluar la metodología utilizada para la recopilación y análisis de datos.
  • Examinar la consistencia y la coherencia de los resultados presentados.
  • Solicitar acceso a los datos brutos para verificar los resultados.
  • Investigar la trayectoria del investigador en busca de patrones de conducta poco ética.
  • Replicar los experimentos y análisis en diferentes entornos para confirmar la validez de los resultados.

(Salinas, 2005).

En última instancia, detectar y prevenir la manipulación y falsificación es resultado de un enfoque crítico y transparente de la comunidad científica y los lectores.

Artículos científicos con resultados engañosos

La exposición inadecuada o engañosa de resultados y conclusiones en artículos científicos es una cuestión crítica que requiere atención. A menudo, los resultados de investigaciones son malinterpretados por medios de comunicación en busca de historias llamativas, lo cual puede distorsionar la realidad. Además, es necesario tener en cuenta la presentación selectiva de resultados, donde solo se destacan aquellos que respaldan una conclusión específica, mientras se omiten otros datos relevantes. Esto puede llevar a una representación parcial y sesgada de la información. Debido a ello, al analizar información científica, es recomendable recurrir directamente a la investigación original en lugar de confiar únicamente en resúmenes periodísticos (Brunning, 2015).

Por otro lado, las conclusiones de un artículo científico también pueden ser presentadas de manera engañosa. Por ejemplo, algunas publicaciones pueden mostrar la correlación entre dos variables como una relación causal entre ellas; respaldar una afirmación con otra afirmación sin una base sólida de evidencia; o bien, utilizar lenguaje especulativo para presentar suposiciones sin evidencia sólida como hechos comprobados (Carvajal, 2004; Brunning, 2015).

Una de las conductas más reprobables en la creación de artículos científicos engañosos, es la invención o fabricación de resultados, la cual es una práctica fraudulenta en la que se alteran intencionalmente observaciones o se presentan datos de manera engañosa para respaldar una conclusión deseada. Para detectarla, es fundamental analizar en detalle los métodos y datos presentados en el estudio (Salinas, 2005).

El fraude en las publicaciones científicas

El concepto de fraude ha adquirido una nueva relevancia en el ámbito de la investigación científica, debido a las serias desviaciones que algunos autores han presentado en sus publicaciones y al potencial impacto que esto puede tener en las profesiones de la salud, la bibliometría y la investigación en general. Este término engloba no solo prácticas como el plagio, la manipulación y la fabricación de datos, sino también el incumplimiento de buenas prácticas de investigación, como obtener los permisos necesarios de comités de ética e investigación, firmar consentimientos informados adecuadamente o desviarse del protocolo sin la debida autorización.

La magnitud de este problema es preocupante. Como prueba de ello, entre 2000 y 2010, se retractaron 788 artículos en inglés que trataban sobre investigación en humanos o material derivado, debido a fraude en su mayoría. Estos casos a menudo involucraban autores con antecedentes de fraude previo, lo que sugiere un comportamiento deliberado (Eslava, Escobar, 2012).

La prevención del fraude en la investigación científica requiere un enfoque integral que abarque la educación en ética y escritura científica, la promoción de la transparencia en los procesos de investigación y la implementación de revisiones rigurosas por parte de pares y comités de ética. De forma similar, identificar el fraude implica un análisis minucioso de los datos, la coherencia entre métodos y resultados, y la comparación con investigaciones previas (Tudela, Aznar, 2013). En este sentido, es necesario tener presente que la ciencia se basa en la integridad y la honestidad, y es crucial mantener altos estándares para garantizar la confiabilidad y el avance del conocimiento científico.

¿Por qué se producen artículos científicos engañosos?

El fraude en las publicaciones científicas es un fenómeno complejo que puede ser impulsado por varios factores. Una de las causas más destacadas es la búsqueda de reconocimiento y prestigio. Esta ansia de notoriedad puede llevar a algunas y algunos investigadores a distorsionar resultados o a exagerar conclusiones para impresionar a la comunidad científica.

Además, la presión para publicar en revistas científicas es otro factor determinante. En la actualidad, la cantidad de publicaciones, su calidad y las citas que reciben son criterios clave para evaluar la carrera de las y los científicos. Esta presión puede incentivar a algunos a buscar resultados impactantes, incluso si eso significa manipular datos o conclusiones. Así mismo, ser la o el primero en divulgar un avance o descubrimiento también puede conducir a prácticas engañosas, ya que la primacía en la publicación tiene repercusiones significativas en la reputación y el prestigio (Tudela, Aznar, 2013).

El conflicto de intereses es otro factor influyente en el fraude científico. Cuando los intereses económicos o ideológicos nublan la objetividad de una investigación, los resultados pueden ser manipulados para favorecerlos. Así, la financiación de empresas y la presión para obtener beneficios pueden llevar a la manipulación de datos o a la publicación selectiva de resultados que respalden intereses particulares. Además, la ideología personal o de un grupo de trabajo puede llevar a la distorsión de resultados para que se adapten a creencias preexistentes (Brunning, 2015).

La falta de repetibilidad y reproducibilidad en las investigaciones también ha sido un problema creciente. La presión por publicar y la falta de acceso a datos y aplicaciones computacionales subyacentes pueden llevar a resultados irreproducibles. Esto puede crear incentivos para presentar datos sesgados o resultados ficticios, especialmente cuando la comunidad científica exige transparencia y verificación (Martínez, Núñez, 2020).

¿Cómo afecta la manipulación y el engaño al desarrollo de la ciencia?

Las publicaciones científicas engañosas ejercen un impacto significativo en el desarrollo y difusión de la ciencia.

Las y los investigadores, tanto aquellos que realizan estudios secundarios como los que se basan en resultados previos para formular nuevas preguntas e hipótesis, se ven afectados por las publicaciones engañosas de diversas formas. Los artículos retractados, ya sea debido a sesgos o fraudes, deben ser excluidos de las revisiones sistemáticas previamente completadas y publicadas. La exclusión de estos artículos a menudo conduce a cambios en las conclusiones de las revisiones, lo que puede desviar la interpretación y aplicación de la investigación hacia resultados no fidedignos. De igual forma, los profesionales de la salud, quienes confían en la evidencia científica para guiar sus actitudes y prácticas clínicas, también se ven influenciados negativamente por publicaciones engañosas. Las decisiones médicas basadas en información inexacta o manipulada pueden llevar a tratamientos incorrectos o ineficaces, comprometiendo la calidad de la atención médica y poniendo en riesgo la salud de los pacientes (Eslava, Escobar, 2012).

Además, los índices bibliométricos, utilizados para evaluar la calidad y relevancia de la investigación, pueden verse afectados por las citaciones de artículos engañosos. Si estos artículos fraudulentos o sesgados son citados de manera positiva, contribuyen a distorsionar la percepción de la calidad de la investigación y a influir en la toma de decisiones en la comunidad científica (Eslava, Escobar, 2012).

Es fundamental reconocer que las distinciones entre error y fraude pueden ser imprecisas en algunos casos, especialmente cuando la buena fe de los autores se mezcla con un desconocimiento del método científico. Sin embargo, tanto en situaciones de mala fe, como en aquellas motivadas por desconocimiento, la inexactitud y falta de integridad en las publicaciones científicas son inaceptables.

¿Cómo prevenir la creación de artículos científicos engañosos?

Si bien las fronteras entre el error y el fraude pueden ser difusas en ocasiones, existen medidas y enfoques que pueden adoptarse para prevenir y abordar estos problemas:

  • Herramientas estadísticas y supervisión rigurosa: implica el uso de herramientas estadísticas para evaluar patrones de datos en un cuerpo de investigación de un mismo autor. La presencia de comportamientos anómalos puede ser una señal de fabricación o falsificación de datos. La supervisión rigurosa por parte de editores y revisores también es crucial para detectar desviaciones en la metodología o la interpretación de resultados.
  • Comité de ética de las publicaciones científicas (COPE): Ofrece orientación a editores, autores y revistas sobre cuestiones éticas y cómo manejar casos de mala conducta en la investigación.
  • Educación y formación ética: Las facultades y programas académicos deben incorporar la enseñanza de la ética científica, asegurándose de que los estudiantes comprendan los valores fundamentales y las buenas prácticas de investigación.
  • Transparencia y comunicación: La publicación de todos los datos, incluidos los resultados negativos, ayuda a evitar la selección de resultados y a mantener la integridad en la presentación de hallazgos. Además, resaltar los posibles conflictos de intereses y seguir pautas y estándares clínicos en la realización de ensayos clínicos contribuyen a prevenir problemas éticos.

(Eslava, Escobar, 2012; Tudela, Aznar, 2013; Espinoza, 2019).

En última instancia, la prevención del fraude y la mala práctica científica requiere un enfoque integral que involucre a investigadores, editores, instituciones académicas y la comunidad científica en su conjunto. La educación ética, la transparencia y la responsabilidad son elementos clave en la lucha contra el fraude y la promoción de la integridad científica. A través de estas medidas, se puede garantizar que la investigación científica siga siendo confiable, ética y beneficiosa para la sociedad en su conjunto.

Referencias:

  • Brunning, A, (2015). A Rough Guide to Spotting Bad Science [Infografía] Compound Interest. compoundchem.com
  • Carvajal, J. (2004). Guía para el análisis crítico de publicaciones científicas. Revista Chilena de Obstetricia y Ginecología, volumen (69), número (1), pp. 67-72.scielo.conicyt.cl
  • Eslava, J., Escobar, F. (2012). Error aleatorio, sesgo y fraude en las publicaciones científicas. Revista Colombiana de Anestesiología, volumen (40), número (2), pp. 91-94. scielo.org.co
  • Espinoza, M. (2019). Consideraciones éticas en el proceso de una publicación científica. Revista Médica Clínica Las Condes, volumen (30), número (3).  sciencedirect.com
  • Marco, A., Calderón, F. (2002). Una teoría de la divulgación de la ciencia. Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia, volumen (3), números (6 y 7), pp. 7-40. redalyc.org.
  • Martínez, A., Núñez, L. (2020). Academia, datos y reproducibilidad de la ciencia. Revista UIS Ingenierías, volumen (19), número (4), pp. 315-324. revistas.uis.edu.co
  • Salinas, P. (2005). Fraude científico en el ambiente universitario. MedULA, Revista de Facultad de Medicina, volumen (13). researchgate.net
  • Silva, D., Llanes, R., Rodríguez, A. (2007). Manifestaciones impropias en la publicación científica. Revista Cubana de Salud Pública, volumen (33), número (4). scielo.sld.cu
  • Tudela. J., Aznar, J. (2013). ¿Publicar o morir? El fraude en la investigación y las publicaciones científicas. Persona y Bioética, volumen (17), número (1). scielo.org.co

Créditos imágen de portada: Foto de Artem Podrez de Pexels

R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.