El mito que rodea la idea de que las y los seres humanos solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro ha perdurado en la conciencia colectiva durante décadas, y su persistencia es tan sorprendente como el propio mito en sí. A pesar de las numerosas evidencias científicas que desmienten esta creencia, la noción de que gran parte de nuestro potencial cerebral permanece inexplicablemente inactivo continúa arraigada en la mente de muchas personas. A continuación, exploraremos la forma en que este mito ha prevalecido en la cultura popular, desentrañaremos por qué esta idea es precisamente eso, un mito, y ahondaremos en las posibles raíces de esta noción errónea que ha perdurado a lo largo del tiempo.
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Es un mito que usamos sólo el 10% del cerebro
El mito de que las y los seres humanos utilizamos solo el 10% de nuestro cerebro ha persistido a pesar de las contundentes evidencias médicas que desmienten rotundamente esta noción. En realidad, utilizamos todo nuestro cerebro.
El mito en sí sostiene que gran parte de nuestro cerebro yace en un estado de inactividad perpetua, como si estuviera esperando ser despertado por algún tipo de potencial oculto. Sin embargo, ninguna evidencia médica respalda esta teoría. Por el contrario, numerosos estudios de neurociencia han demostrado que todas las regiones del cerebro están activas y contribuyen de manera significativa a diversas funciones cognitivas y motoras. Incluso durante el sueño, el cerebro sigue estando activo, aunque en un estado diferente (Chudler, 2005).
Algunas versiones de este mito sugieren que solo se ha mapeado el 10% del cerebro, interpretando dicho dato arbitrario como el porcentaje de uso. Otras variantes describen una división ficticia entre la ‘mente consciente’ y la ‘mente subconsciente’, afirmando que solo usamos entre el 10% y el 20% de la ‘mente consciente’. Estas concepciones erróneas subestiman gravemente la complejidad y la interconexión de las funciones cerebrales (Mikkelson, 2000).
Es necesario destacar en este punto que, desde una perspectiva evolutiva y médica, la idea de que el 90% de nuestro cerebro está inactivo es altamente improbable. El cerebro es un órgano costoso en términos metabólicos, y la selección natural no favorecería el desarrollo y mantenimiento de un órgano masivo y subutilizado. Además, la observación de los efectos de lesiones cerebrales revela que cualquier daño en áreas específicas del cerebro puede tener consecuencias graves en la función cognitiva y motora (Beyerstein, 2004).
Utilizamos todo nuestro cerebro
El mito de que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro se desmorona ante una gran cantidad de evidencia científica que demuestra que, en realidad, usamos todo nuestro cerebro en diversas actividades cognitivas y motoras.
Las y los neurólogos han estudiado exhaustivamente la actividad cerebral mientras las personas realizan una amplia variedad de tareas, lo que ha proporcionado una visión clara de cómo funciona el cerebro en la práctica. En este sentido, es verdad que, en actividades simples y poco importantes, podemos utilizar una pequeña porción de nuestro cerebro. No obstante, esto no significa que el resto del cerebro esté inactivo; sino que está adaptado para manejar tareas más complejas cuando sea necesario. Por otro lado, también es cierto que existen redundancias en el funcionamiento del cerebro. Sin embargo, los investigadores explican que estas son esenciales para evitar fallos en la función (Stresing, 2023).
La investigación neurológica ha demostrado que la mayoría de las personas utiliza la mayor parte de su cerebro mientras están despiertas y dormidas. Durante el sueño REM (Movimiento Rápido de los Ojos), cuando soñamos, más del 60% de nuestro cerebro está activo. Además, las imágenes cerebrales de la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) durante tareas cognitivas rutinarias revelan que un alto porcentaje de nuestro cerebro está activo en prácticamente cualquier actividad mental (Arora, 2020).
Por otro lado, también se ha demostrado que cualquier daño a una pequeña porción del cerebro, independientemente de su ubicación, resulta en déficits cognitivos, físicos o ambos. Esto desacredita aún más la idea de que gran parte del cerebro es prescindible. Además, durante el desarrollo, el cerebro forma y elimina sinapsis, afinando así su cableado. Si el 90% del cerebro fuera inactivo, muchas de estas vías se degenerarían, lo que no ocurre (Chudler, 2005).
¿De dónde viene el mito de que utilizamos el 10% del cerebro?
El mito de que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro puede haber comenzado con malentendidos o citas incorrectas de figuras influyentes. Por ejemplo, se ha sugerido que podría haber surgido a raíz de una mala interpretación del trabajo de autores como Pierre Flourens y William James, quienes sugirieron que estamos haciendo uso solo de una pequeña parte de nuestros recursos mentales y físicos posibles. Una influencia similar podría provenir de los experimentos de Karl Lashley en las décadas de 1920 y 1930, donde se eliminaron áreas significativas de la corteza cerebral en ratas sin causar pérdidas graves de habilidades, lo que pudo haber alimentado esta creencia errónea (Chudler, 2005).
Así mismo, en los años 30, los neurocientíficos eran conscientes de la existencia de un gran número de ‘neuronas locales’ en el cerebro, pero no sabían mucho sobre su función, aparte de que eran pequeñas. Este malentendido sobre la función de estas neuronas locales podría haber contribuido a la idea de que gran parte del cerebro era innecesaria (Chudler, 2005).
Por otro lado, el mito del 10% del cerebro también ha sido perpetuado por los medios de comunicación y utilizado por defensores de lo paranormal para explicar poderes psíquicos. Algunas personas han afirmado que si los científicos no saben qué hace el otro 90% del cerebro, debe estar relacionado con poderes psíquicos. Esto ha dado lugar a la creencia errónea de que el cerebro alberga capacidades sobrenaturales inexplicadas (Arora, 2020).
La persistencia del mito del uso del 10% del cerebro
La persistencia del mito de que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro puede tener varias fuentes que han contribuido a su propagación.
Una explicación convincente para la persistencia de esta suposición infundada es que, a pesar de los avances en la neurociencia, todavía tenemos un entendimiento incompleto del cerebro humano. Es decir, que si bien, sabemos que la mayoría de las personas utilizan la mayor parte de su cerebro en su vida diaria, no podemos afirmar con certeza cómo funciona cada parte del cerebro en su totalidad. Esto ha llevado a la idea errónea de que gran parte del cerebro permanece inactivo o sin uso (Stresing, 2023).
Aunado a esto, es necesario considerar la capacidad de este mito para adaptarse y evolucionar cuando se enfrenta a evidencia que lo desacredita. De esta manera, las personas que creen en él pueden cambiar su razonamiento para mantener su creencia, a menudo desplazando la base de su afirmación. Por ejemplo, si se les muestra evidencia de que el cerebro está completamente activo, pueden argumentar que el 90% no se refiere al cerebro consciente, sino al subconsciente (Mikkelson, 2000).
De igual forma, a menudo, las afirmaciones infundadas se propagan rápidamente en la era de la información, y el mito del 10% del cerebro no es una excepción. Así, la repetición constante de esta afirmación falsa en libros, películas, programas de televisión y otros medios de comunicación ha contribuido significativamente a su persistencia (Chudler, 2005).
¿Por qué este mito es tan popular?
Una de las razones principales de la popularidad de este mito es que sirve como un gancho poderoso para la imaginación. La idea de que tenemos un vasto y misterioso potencial cerebral sin explotar nos hace soñar con la posibilidad de lograr hazañas extraordinarias si pudiéramos aprovechar ese supuesto 90% no utilizado. Esta noción alimenta la idea de que todos poseemos capacidades ocultas que podrían llevarnos a logros asombrosos (Chudler, 2005).
En una época donde se buscan soluciones rápidas y fáciles para los desafíos y aspiraciones personales, el mito del 10% del cerebro ofrece la esperanza de que, de alguna manera, existe un atajo o un secreto que nos permitirá alcanzar nuestro potencial completo sin esfuerzo. Así, la idea de que no estamos utilizando todo nuestro cerebro es reconfortante para aquellos y aquellas que desean una solución mágica para sus metas no alcanzadas.
De esta manera, el mito del 10% del cerebro brinda una sensación de esperanza y consuelo a quienes buscan una explicación simple para sus desafíos no resueltos. Es decir, creer que aún no se ha descubierto el secreto para liberar su vasto potencial cerebral puede ser reconfortante en un mundo lleno de incertidumbre y dificultades (Beyernestein, 2004).
Importancia de entender el mito del uso del 10% de nuestro cerebro
El mito de que los seres humanos solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro ha persistido a lo largo del tiempo y ha influido en la percepción pública del potencial cerebral. Sin embargo, es crucial desmitificar esta noción infundada debido a varias razones significativas.
En primer lugar, la creencia en este mito puede llevar a una comprensión inadecuada del funcionamiento del cerebro. La neurociencia ha demostrado de manera concluyente que utilizamos todo nuestro cerebro en una variedad de tareas cognitivas y motoras. Creer en el mito puede llevar a una subestimación del increíble nivel de complejidad y eficiencia de este órgano vital.
Por otro lado, la persistencia del mito en la cultura popular pone en evidencia la importancia de la educación científica y la difusión precisa de información. Comprender cómo funciona realmente el cerebro humano es fundamental para tomar decisiones informadas sobre la salud mental, el aprendizaje y el desarrollo personal.
Aunado a esto, es necesario considerar que este mito puede promover la búsqueda de soluciones fáciles y rápidas para el desarrollo personal y el éxito. La realidad es que el logro de metas y habilidades requiere esfuerzo, práctica y dedicación. Creer en un atajo mágico a través del supuesto 90% no utilizado del cerebro puede llevar a la desilusión y la pérdida de tiempo en enfoques no respaldados por la ciencia.
Referencias:
- Arora, M. (2020). The “Ten-percent Brain Myth” guided with the Fundamentals of Jaina’s Theory of Knowledge. International Journal of Psychosocial Rehabilitation, volumen (24), número (8). philarchive.org
- Beyerstein, B. (2004). Do we really use only 10 percent of our brains? Scientific American sitio web. scientificamerican.com
- Chudler, E. (2005). Do We Use Only 10% of Our Brain? University of Washington sitio web.faculty.washington.edu
- Mikkelson, D. (2000). Do We Only Use 10% of our Brains? Snopes sitio web. snopes.com
- Stresing, D. (2023). Verdadero o Falso: Sólo Usamos el 10 Por Ciento de Nuestro Cerebro. Cancer Care of Western New York. cancercarewny.com
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