Modelo de proceso dual para afrontar el duelo

El modelo de proceso dual del duelo considera tantos los estresores directamente ligados a la pérdida, como aquellos relacionados con los cambios que esta ocasiona en la vida del doliente.

El modelo de proceso dual para afrontar el duelo (o DPM), desarrollado por Margaret Stroebe y Henk Schut, tiene como objetivo describir de manera más precisa la forma en que las personas enfrentan la pérdida; así como diferenciar entre una adaptación exitosa y una problemática ante este evento estresante de la vida. Además, busca comprender las diferencias individuales en el proceso a través del cual las personas llegan a términos con el duelo (Stroebe, Schut, 2010).

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Este modelo propone que la confrontación con la realidad de la pérdida es el núcleo del duelo adaptativo. Un proceso que debe llevarse a cabo, pero no de manera implacable y no a expensas de atender otras tareas que van de la mano con la pérdida. Es decir, describe el duelo como un asunto que requiere de una dosificación precisa (Stroebe, Schut, 1999).

El DPM representa una perspectiva única en la comprensión del proceso de duelo, la cual se diseñó para representar la experiencia de la pérdida de una manera que se basara en modelos anteriores, pero que los ampliara (Stroebe, Schut, 2020).  A continuación, expondremos con más detalle la teoría del proceso dual del duelo, y la forma en que esta intenta explicar la experiencia de una pérdida en la realidad.

¿Qué es el modelo de proceso dual para afrontar el duelo?

El DPM es, en esencia, una taxonomía que describe las formas en que las personas llegan a aceptar la pérdida de un ser querido.

Al examinar los fenómenos relacionados con el duelo, Stroebe y Schut observaron que las personas llevan a cabo, en diferentes proporciones (según las variaciones individuales y culturales), dos tipos de afrontamiento: aquel orientado hacia la pérdida y aquel orientado hacia la restauración. Estos corresponderían a dos categorías de factores estresantes diferentes durante el duelo, frente a los cuales se requieren esfuerzos de confrontación distintos (Stroebe, Schut, 1999).

En este modelo, el afrontamiento se refiere a los procesos, estrategias o estilos de manejo (reducción, dominio, tolerancia) de la situación en la que la pérdida coloca a las y los individuos durante el duelo. De esta manera, el DPM asume que el afrontamiento impacta en la adaptación al duelo. Si el afrontamiento es efectivo, no solo se reducirá el sufrimiento, sino también las dificultades de salud mental y física asociadas con el duelo, aunque esto generalmente ocurre después de un período de lucha y agitación (Stroebe, Schut, 2010). En este sentido, de acuerdo a la teoría del proceso dual, el afrontamiento no ocuparía todo el tiempo de una persona en duelo; sino que se integraría en la experiencia cotidiana. Lo que implicaría tomar pausas en dicho proceso (Stroebe, Schut, 1999).

Este modelo no sigue una secuencia de etapas, como algunos modelos anteriores, sino que representa un proceso en constante cambio y flexibilidad con el tiempo. Además, es importante destacar que esta teoría se centra en el afrontamiento de la pérdida en sí, y no es un modelo genérico destinado a explicar el amplio rango de fenómenos y manifestaciones asociados con el duelo (Stroebe, Schut, 2010).

Dos tipos de afrontamiento durante el duelo

Dentro del modelo de proceso dual del duelo, se reconocen dos tipos de estresores que desempeñan un papel fundamental en la experiencia del duelo: la orientación hacia la pérdida y la orientación hacia la restauración.

La orientación hacia la pérdida implica la concentración en el proceso de lidiar y procesar las partes estresantes de la experiencia de la pérdida en sí misma, especialmente en relación con la persona fallecida. Este proceso implica un enfoque en el trabajo de duelo tradicional, que se centra en la relación, el vínculo o el lazo con dicha persona fallecida. Esto suele involucrar la rumiación sobre la o el fallecido, sobre la vida que compartieron, así como sobre las circunstancias que rodearon su muerte. También abarca el anhelo por dicha persona, la revisión de sus pertenencias, la imaginación de cómo reaccionaría o el llanto por la pérdida de este ser querido (Stroebe, Schut, 1999).

Por su parte, la orientación hacia la restauración se centra en las fuentes secundarias a la pérdida en sí misma de estrés y en cómo se afrontan. Es decir, se enfoca en lo que más necesita ser abordado como resultado de la pérdida y cómo se manejan estos asuntos. Por ejemplo, puede implicar tomar un empleo para compensar la pérdida de ingresos del ser querido fallecido o aprender habilidades que solían ser realizadas por esta persona.

El modelo de procesamiento dual puntualiza que cuando un ser querido fallece, no solo se experimenta dolor por la pérdida de la persona en sí, sino que también se deben afrontar cambios significativos que son consecuencia secundaria de esa pérdida. Estas fuentes adicionales de estrés a menudo agregan una carga considerable al duelo y generan ansiedad y preocupación añadidas (Stroebe, Schut, 1999; 2010).

¿Cómo procesamos una pérdida según el DPM?

Dentro del modelo de proceso dual del duelo, se destaca un componente fundamental y distintivo: el proceso de oscilación dinámica. Este proceso se basa en la idea de que la orientación hacia la pérdida y la orientación hacia la restauración no se manejan simultáneamente. Por el contrario, dado que cada tipo de estresor debe ser abordado para lograr la adaptación a la pérdida y reducir el estrés y las consecuencias negativas, es necesario alternar entre el manejo de uno u otro tipo de dichos estresores. Así, la oscilación debe formar parte del proceso de afrontamiento, ya que este implica tanto la confrontación como la evitación de las dos clases de estresores, así como procesos de evaluación positivos y negativos, que indicarían cómo se puede dar sentido a la situación (Stroebe, Schut, 2020).

De acuerdo a esto, a veces la persona en duelo puede enfrentarse a la pérdida, reviviendo recuerdos y sentimientos relacionados con el ser fallecido; mientras que, en otros momentos, simplemente no hay otra opción más que ocuparse de los estresores adicionales relacionados con la restauración, como las tareas del hogar o el sustento económico. También existen periodos donde se evitan recuerdos y distracciones relacionados con la pérdida, dónde nos enfocamos en otras actividades y pensamientos cotidianos.

Esta oscilación entre la orientación hacia la pérdida y la orientación hacia la restauración es esencial para comprender cómo las personas afrontan el duelo. Este proceso no implica simplemente una estrategia de ‘enfrentamiento frente a evitación’. En lugar de eso, el DPM considera este desarrollo como una regulación dinámica que implica un vaivén constante (Stroebe, Schut, 2001; 2010).

El ‘duelo complicado’ según el modelo de proceso dual

El modelo de proceso dual del duelo proporciona un marco conceptual para comprender las formas complicadas y patológicas del duelo, que pueden surgir como resultado de una perturbación en el proceso de afrontamiento. De manera concreta identifica dos tipos de duelo complejo: ‘crónico’ y ‘ausente’.

El duelo crónico se asocia con la prolongación de síntomas intensos de duelo y una falta de progreso en la adaptación a la pérdida. En este tipo de duelo, el enfoque se centra de manera exclusiva en la relación perdida y en el mantenimiento continuo del apego a la persona fallecida. Esto se alinea con una orientación hacia la pérdida, donde la persona en duelo sigue dedicando una atención desproporcionada a la relación perdida.

Por otro lado, el duelo ‘ausente’ se caracteriza por un enfoque excesivo en la restauración y la evitación persistente de enfrentar la realidad de la muerte. En este caso, la persona en duelo puede intentar llevar a cabo una vida normal como si nada hubiera sucedido, sumergiéndose en el trabajo y evitando el proceso de duelo. Esta forma de duelo puede considerarse más orientada hacia la restauración, ya que se evita en gran medida la confrontación con la pérdida.

Además de estas formas de duelo complicado, el DPM también se puede aplicar a situaciones de duelo traumático, donde puede aparecer el trastorno de estrés postraumático. En estos casos, la perturbación en el proceso de oscilación se manifiesta en intrusiones no controladas de componentes orientados hacia la pérdida, como pesadillas relacionadas con la muerte. Al mismo tiempo, puede haber una evitación extrema, a veces involuntaria, que se manifiesta como una orientación hacia la restauración, donde la persona parece funcionar en la vida diaria como si no hubiera ocurrido ninguna pérdida (Stroebe, Schut, 1999).

La ‘sobrecarga’ en el proceso de duelo

Dentro del modelo de proceso dual del duelo, se ha introducido el concepto de ‘sobrecarga’ como un elemento importante que puede complicar el proceso de afrontamiento del duelo. La sobrecarga se define como la percepción del individuo en duelo de enfrentar más de lo que siente que puede manejar, ya sea en términos de actividades, eventos, experiencias u otros estímulos. Esta sobrecarga puede surgir cuando los estresores asociados con la pérdida, ya sean de orientación hacia la pérdida o de orientación hacia la restauración, se vuelven abrumadores y excesivos (Stroebe, Schut, 2016).

De acuerdo al DPM, la sobrecarga tiene implicaciones significativas en el proceso de duelo y puede manifestarse en ambos tipos de duelo complicado. Además, puede ocasionar que las personas no se tomen suficiente tiempo para descansar y recuperarse, ya que la carga puede ser dominante y persistente. Este proceso puede surgir de diversas fuentes, ya sean múltiples pérdidas simultáneas o sucesivas, dificultades interpersonales, una combinación de estresores en las categorías de orientación hacia la pérdida y orientación hacia la restauración, o incluso el exceso de demandas no relacionadas con la pérdida en la vida diaria (Stroebe, Schut, 2016).

Limitaciones del modelo de ‘trabajo de duelo’ según el DPM

El modelo de proceso dual ha identificado varias limitaciones en el ‘modelo de trabajo de duelo’ que se utiliza comúnmente para explicar el duelo y el proceso de adaptación a la pérdida:

  • El DPM reconoce que no existe una única forma universal de enfrentar la pérdida, como lo afirman los modelos basados en la noción de trabajo de duelo. Proponiendo que las pautas de confrontación y no confrontación no son las mismas en todas las culturas, y la no confrontación no siempre se asocia con una mala adaptación.
  • Este modelo destaca que la noción de trabajo de duelo es demasiado pasiva al considerar que las personas son sometidas a un proceso. Por el contrario, el DPM reconoce que el duelo puede ser una lucha activa y un esfuerzo constante.
  • El modelo de proceso dual, a diferencia de los enfoques surgidos de la noción de trabajo de duelo, reconoce la necesidad de períodos de descanso o respiro en el proceso de duelo.
  • Las corrientes centradas en el modelo de trabajo de duelo se centran exclusivamente en la pérdida de la persona amada, sin tener en cuenta otros factores estresantes que pueden surgir indirectamente como consecuencia de la pérdida. En contraste, el DPM considera estos factores como parte del proceso de duelo.
  • La investigación no ha logrado demostrar de manera concluyente que las personas que realizan trabajo de duelo se adapten mejor. Por otro lado, el DPM se basa en evidencia empírica para identificar procesos de afrontamiento efectivos.
  • El DPM reconoce que diferentes tipos de ‘trabajo a través’ pueden ser efectivos para diferentes subgrupos de personas que están de duelo, lo que sugiere la necesidad de un enfoque más matizado para comprender el afrontamiento eficaz.

(Stroebe, Schut, 2010; Stroebe, Schut, Boerner, 2017).

Importancia del modelo de proceso dual en el estudio del duelo

El modelo de proceso dual emerge como una herramienta de estudio esencial en el campo del duelo, ya que ofrece una perspectiva única que permite examinar tanto los procesos intrapersonales como los interpersonales en la adaptación a la pérdida. Esta característica distintiva del DPM le confiere una gran relevancia en el estudio y comprensión de cómo el duelo de una persona puede afectar y modificar el duelo de otras; lo cual resulta especialmente importante en relaciones familiares y sociales.

Pensemos, por ejemplo, el caso de una familia que atraviesa la pérdida de un ser querido, como un hijo. Si la madre experimenta un duelo más orientado hacia la pérdida, centrándose en la relación y la continuidad del vínculo con el difunto, mientras que el padre experimenta un duelo más orientado hacia la restauración, enfocándose en abordar las consecuencias prácticas y los cambios en la vida cotidiana, esta discrepancia en las formas de afrontamiento puede generar discordia en el proceso de duelo. El DPM proporciona un marco teórico que nos permite comprender estas dinámicas familiares y sociales y cómo afectan la adaptación al duelo (Stroebe, Schut, 1999).

Además, el DPM comprende que las prescripciones culturales y las normas pueden influir significativamente en cómo se manifiesta y se vive el proceso de duelo en diferentes contextos culturales. Al considerar el enfoque de afrontamiento orientado hacia la pérdida o hacia la restauración, el DPM permite analizar cómo estas diferencias culturales impactan en las formas en que las personas lidian con la pérdida y cómo expresan su duelo. Esta capacidad de tener en cuenta las dimensiones culturales en el estudio del duelo hace que el DPM sea una herramienta valiosa y adaptable en una variedad de contextos culturales y sociales (Stroebe, Schut, 2010).

Referencias:

  • Stroebe, M., Schut, H. (1999). The dual process model of coping with bereavement: rationale and description. Death Studies, volumen (23), número (3), pp. 197-224. wendyvanmieghem.com
  • Stroebe, M., Shut, H. (2001). Meaning making in the dual process model of coping with bereavement. American Psychological Association, pp. 55–73. psycnet.apa.org
  • Stroebe, M., Schut, H. (2010). The dual process model of coping with bereavement: A decade on. OMEGA: Journal of Death and Dying, volumen (61), número (4). semanticscholar.org
  • Stroebe, M., Schut, H. (2016). Overload: A missing link in the Dual Process Model? OMEGA: Journal of Death and Dying, volumen (74), número (1), pp. 96-109. semanticscholar.org
  • Stroebe, M., Schut, H., Boerner, K. (2017). Modelos de afrontamiento en duelo: un resumen actualizado. Estudios en Psicología, volumen (38), número (3). tandfonline.com
  • Stroebe, M., Schut, H. (2020). Bereavement in Times of COVID-19: A Review and Theoretical Framework. OMEGA: Journal of Death and Dying, pp. 1–23. researchgate.net

Créditos de imagen de portada: Photo by Karolina Kaboompics from Pexels

R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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