Terapia integrativa de pareja: ¿En qué consiste?

La terapia integrativa de pareja propone que la aceptación y la tolerancia son el camino para impulsar un cambio positivo en una relación.

La terapia de pareja es un campo fundamental en la psicología clínica, donde diversas corrientes han intentado abordar los desafíos que enfrentan las relaciones amorosas. En este vasto campo, la terapia conductual integrativa de pareja, también conocida como terapia integral de pareja, surge como una propuesta innovadora dentro de las terapias de tercera generación.

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De acuerdo a la terapia integrativa, para tener una relación exitosa, las parejas deben desarrollar la capacidad de aceptar lo inmutable y cambiar lo que puede ser transformado. Este principio realista es el núcleo de dicho modelo terapéutico, el cual se sirve tanto de técnicas para fomentar la aceptación, como estrategias para impulsar el cambio (Jacobson, Christensen, 1996).

A continuación, exploraremos qué implica la terapia integral de pareja, sus principios y las técnicas que emplea para promover relaciones amorosas más saludables y satisfactorias.

¿Qué es la terapia conductual integrativa de pareja?

La terapia integrativa o integral de pareja, es una modalidad terapéutica innovadora que va más allá de los modelos conductuales. Desarrollada por Neil Jacobson y Andrew Christensen a finales de los 90s, este enfoque no se limita únicamente a explorar los pensamientos y las conductas de las parejas, sino que también incorpora un profundo entendimiento de las emociones y la importancia de la aceptación (Gutierrez, 2020).

A diferencia de la terapia de pareja tradicional, la terapia integrativa se fundamenta en principios en lugar de protocolos fijos. No tiene una duración específica ni un conjunto detallado de acciones a seguir en cada sesión. Esta flexibilidad permite adaptar la terapia a las necesidades únicas de cada pareja (Christensen, Doss, Jacobson, 2020).

La terapia integrativa de pareja no descarta los avances logrados por la terapia de conducta tradicional; más bien, los complementa al incorporar técnicas de aceptación y tolerancia como elementos centrales. Esta evolución cualitativa expande las posibilidades terapéuticas, considerando que la aceptación real de la situación puede conducir al cambio deseado (Barraca, Sánchez, 2019).

En el plano filosófico, la terapia integrativa de pareja se alinea con las raíces del análisis conductual y el contextualismo, reconociendo que los problemas de pareja no solo requieren cambios en el comportamiento externo, sino también cambios en la forma en que uno se relaciona con el problema y el comportamiento del otro. En este sentido, la terapia integral promueve el cambio en uno mismo o misma, en el contexto de la problemática, en lugar de enfocarse únicamente en cambiar el comportamiento del otro o la otra. Una característica típica de las terapias de tercera generación (Moron, 2006).

Principios de la terapia integrativa de pareja

La terapia integrativa de pareja se fundamenta en una serie de principios y conceptos clave que la distinguen de otros enfoques terapéuticos:

  • Define una ‘relación’ como la interacción directa entre dos personas que se influyen mutuamente a través de su comportamiento público. Es decir, parte del supuesto de que no existe percepción extrasensorial, y que solo somos afectados por lo que el otro o la otra hace observablemente.
  • Se basa en la premisa de que los cambios deseados por las parejas en terapia están relacionados con la sutileza del comportamiento formado por contingencias, en lugar de la simple conformidad con las reglas.
  • En lugar de enfocarse en cambiar a la otra persona para que se ajuste a las expectativas, se promueve la aceptación como un camino hacia la transformación.
  • Busca transformar los problemas de la pareja en oportunidades para fortalecer la intimidad y la conexión.
  • Se concentra en la identificación de patrones y temas amplios que caracterizan la dinámica de la relación. Esto permite un enfoque más holístico en lugar de una aproximación modular y orientada a técnicas.
  • Considera las causas históricas, distales y proximales de los problemas en la relación. Esto incluye factores como las experiencias pasadas de las personas, las dinámicas culturales y los eventos recientes que desencadenan problemas en la pareja.
  • Da gran importancia a las emociones.
  • Se apoya en estrategias de cambio que son evocativas y se desarrollan de manera natural en el contexto de la relación. Por lo que, en lugar de imponer reglas rígidas, busca facilitar el cambio a través de las dinámicas cotidianas.

(Jacobson, Christensen, 1996; Moron, 2006; Christensen, Doss, Jacobson, 2020).

Intervención en la terapia integrativa

La terapia integrativa de pareja no sigue un enfoque rígido en cuanto a la secuencia de las intervenciones, ya que la forma en que se abordan los problemas varía de una pareja a otra. En términos generales, existen dos categorías principales de intervenciones: aquellas diseñadas para fomentar la aceptación y aquellas diseñadas para promover el cambio. Cada una de estas categorías incluye una serie de estrategias de intervención genéricas, que, a su vez, involucran diversas técnicas terapéuticas especializadas (Jacobson, Christensen, 1996).

Lo que distingue a este modelo terapéutico de pareja como un enfoque integrativo es la fusión de técnicas terapéuticas en función de un objetivo común, que es tanto el cambio como la aceptación. A menudo, cuando la terapia progresa y la relación mejora, las distinciones rígidas entre estas categorías pierden relevancia (Jacobson, Christensen, 1996).

Si bien el componente central de la terapia integrativa de pareja es la aceptación, se siguen utilizando estrategias de cambio propias de la terapia de pareja conductual tradicional. La decisión de comenzar con estrategias de cambio o de aceptación se basa en el estado de la pareja. Cuanto más polarizada esté la relación, mayor será la necesidad de trabajar en la aceptación. Si la pareja muestra colaboración y objetivos comunes, es más probable que se inicie con estrategias de cambio. Sin embargo, si surgen dificultades en la intervención, se puede optar por enfocarse en las estrategias de aceptación (Moron, 2006).

En algunos casos, el trabajo centrado en la aceptación es suficiente, ya que una vez completado, ninguno de los o las cónyuges depende tanto de los cambios que buscaban al inicio de la terapia. No obstante, en otras ocasiones, el trabajo de aceptación puede conducir a los cambios deseados sin necesidad de estrategias directas de cambio (Jacobson, Christensen, 1996).

Fomentar aceptación y tolerancia

La terapia integrativa de pareja se basa en el uso de estrategias de aceptación y tolerancia para acercar a las y los miembros de la pareja y abordar sus diferencias de manera constructiva (Gutierrez, 2020).

Por un lado, este enfoque utiliza estrategias de aceptación para ayudar a las parejas a aceptar y apreciar sus diferencias en lugar de verlas como fuentes de conflicto. Estas técnicas buscan convertir los problemas en un vehículo para la intimidad. Aunque no siempre se logra esta transformación completa, el objetivo es que las parejas no solo acepten sus diferencias, sino que también las valoren y las utilicen para desarrollar una relación más cercana e íntima. La aceptación no significa que las diferencias nunca volverán a causar discordia, pero las parejas pueden aprender a apreciarse y amarse por ser diferentes, no solo por ser compatibles (Jacobson, Christensen, 1996).

Cuando las estrategias de aceptación no logran los resultados deseados, la tolerancia se convierte en una estrategia esencial. El objetivo de la tolerancia es reducir el impacto de los comportamientos negativos del compañero o compañera, de modo que los efectos sean menos perjudiciales que antes. Si bien la tolerancia no busca una transformación completa, sí busca hacer que las conductas negativas del otro u otra no resulten tan aversivas. Esta estrategia implica cambiar la función de la conducta de la pareja mediante la exposición a episodios de dichos comportamientos (Jacobson, Christensen, 1996).

En el transcurso de la terapia, se alternan estrategias de aceptación y tolerancia según las necesidades de la pareja y la naturaleza de los problemas. En algunos casos, la aceptación puede ser suficiente para resolver los conflictos, mientras que, en otros, la tolerancia puede ayudar a reducir el impacto de los comportamientos negativos (Moron, 2006).

Promoción del cambio

La terapia integrativa de pareja también interviene de manera efectiva en la promoción del cambio. Para lograrlo, se utilizan una serie de técnicas y estrategias diseñadas para abordar comportamientos disfuncionales y promover un cambio positivo en la pareja.

Las técnicas de intercambio de conductas se centran en el cambio directo de comportamientos problemáticos en una dirección positiva. Con ello, la terapia integrativa busca identificar los comportamientos disfuncionales en la relación y establecer conductas más adaptativas y positivas para reemplazarlos. Su objetivo es instigar un cambio efectivo en la dinámica de la pareja, fomentando comportamientos más saludables y constructivos (Jacobson, Christensen, 1996).

Por otro lado, aunque la terapia integrativa reconoce que los conflictos en una relación no se deben principalmente a déficits en la comunicación y la resolución de problemas, brinda un espacio para entrenar a las parejas en estas habilidades. De esta manera, el entrenamiento en comunicación y resolución de problemas brinda estructura a la pareja para abordar desafíos y conflictos de manera más efectiva. En él, se enseñan habilidades de comunicación como ‘validación’, ‘edición’ y ‘nivelación’ para que las y los miembros de la pareja pueda expresarse de manera directa pero no culposa, escucharse mutuamente y comunicarse de manera más efectiva. Estas habilidades complementan el trabajo de aceptación y promueven un ambiente de diálogo, empatía y comprensión (Jacobson, Christensen, 1996).

Al abordar tanto los aspectos de aceptación y tolerancia como las técnicas de cambio, esta terapia ofrece un enfoque integral que busca transformar los problemas en oportunidades para una relación más saludable y satisfactoria. Así, la combinación de estrategias de cambio y estrategias de aceptación permite a las parejas abordar eficazmente las áreas problemáticas de su relación y promover un cambio positivo que fortalezca su vínculo.

Ventajas y limitaciones de la terapia integrativa de pareja

La terapia integrativa de pareja presenta ciertas ventajas puntuales en relación a otros modelos clínicos. Algunas de las cualidades más notables en este sentido son:

  • Integra herramientas y estrategias que promueven una mejor gestión de las emociones tanto a nivel individual como en las interacciones interpersonales. Con ello, contribuye a un ambiente más saludable en la relación.
  • Cuando las y los individuos se sienten aceptados tal como son, están más inclinados a realizar cambios personales que promuevan su crecimiento y desarrollo. Esto implica un beneficio tanto a nivel individual como en la relación de pareja.
  • Trabaja en la adaptación y comprensión mutua, lo que mejora la adaptación de cada miembro con su pareja. Así, la habilidad para adaptarse a las diferencias y comprender las perspectivas del otro u otra fortalece la relación.

(Jacobson, Christensen, 1996; Moron, 2006; Gutiérrez, 2020).

Por otro lado, y a pesar de sus ventajas, la terapia integrativa también tiene limitaciones claras. Algunas de las más importantes son:

  • Aunque ha demostrado ser efectiva a corto plazo, algunos estudios sugieren que sus beneficios pueden igualarse a los de la terapia de pareja conductual tradicional en seguimientos a largo plazo. Esto plantea preguntas sobre la durabilidad de los resultados.
  • A pesar de los avances en el estudio de este modelo, aún se necesitan más investigaciones para comprender completamente su eficacia y su aplicabilidad en diversas situaciones y contextos culturales.
  • Así mismo, este enfoque puede no ser adecuado para todas las parejas, ya que algunas personas pueden preferir un enfoque más directo en la resolución de problemas o la modificación de comportamientos, lo que hace que la terapia integrativa no sea la elección óptima en todos los casos.

(Perissutti, Barraca, 2013; Christensen, Doss, Jacobson, 2020).

Referencias:

  • Barraca, J. Sánchez, J. (2019). Terapia Integral de Pareja paso a paso. Publicación Independiente.
  • Christensen, A., Doss, B., Jacobson, N. (2020). Integrative Behavioral Couple Therapy: A Therapist’s Guide to Creating Acceptance and Change. Norton & Company.
  • Gutierrez, I. (2020). Terapia Integrativa de pareja. El arte de aceptar. Blog de ISEP. isep.es
  • Jacobson, N., Christensen, A., (1996). Integrative Couple Therapy: Promoting Acceptance and Change. Norton & Company.
  • Morón, G. (2006). Terapia Integral de Pareja. EduPsykhé, volumen (5), número (2), pp. 273-286.dialnet.unirioja.es
  • Perissutti, C., Barraca, J. (2013). Integrative Behavioral Couple Therapy vs. Traditional Behavioral Couple Therapy: A theoretical review of the differential effectiveness. Clínica y Salud, volumen (24), número (1). scielo.isciii.es

Créditos imagen de portada: Foto de Viktoria  Slowikowska

R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.