Una fase crucial en el desarrollo de toda familia es el momento en el que los jóvenes se vuelven independientes y abandonan el hogar. Por lo tanto, es importante que los padres y madres promuevan activamente este comportamiento, con el fin de que sus hijas e hijos comiencen a formar sus propias vidas; utilizando las herramientas y recursos que adquirieron a partir de su educación en el mundo real. Al periodo que comienza cuando el último hijo deja la casa se le conoce como nido vacío, y puede ser tanto una rica fuente de oportunidades de desarrollo; como la causa de un doloroso proceso para padres y madres. Entre profesionales de la salud mental, se ha popularizado la expresión ‘Síndrome del nido vacío’, aunque esta carece de entidad diagnóstica.
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Síndrome del nido vacío
Tradicionalmente, se define al síndrome del nido vacío como el fenómeno en el que madres y padres experimentan sentimientos de tristeza y pérdida cuando el último hijo o hija deja el hogar (Mayo Clinic, 2020). Aunque no se le reconoce como un trastorno mental por sí mismo; se le relaciona con dimensiones como depresión, ansiedad, culpa y soledad (Thapa, et.al 2018). No obstante, distintas investigaciones han encontrado evidencias de que la fase post parental no es tan oscura como esta dimensión sugiere; y que una reacción negativa a la partida de los hijos e hijas es más una excepción, que una tendencia general (Lyon, 2008).
Críticas al concepto de Síndrome del nido vacío
Desde su formulación, el término ‘síndrome del nido vacío’ ha sido objeto de distintas controversias; encontrando críticas que la consideran una analogía desafortunada, al comparar a madres e hijos con gallinas y pollos (Raup, Myers, 1989). Aunado a esto, distintas investigaciones han encontrado que la partida de los hijos e hijas del hogar puede traer consigo más consecuencias positivas que negativas; ya que el trabajo en casa se reduce, los conflictos entre miembros se atenúan y los padres tienen mayor tiempo para dedicarlo a sus propias vidas y proyectos (Mayo Clinic, 2020).
El síndrome del Nido vacío más allá de las suposiciones
Lo anterior no significa que el síndrome del nido vacío sea un mito. Para algunos padres y madres, separarse de sus hijos e hijas es un proceso muy difícil que puede llevarles a desarrollar trastornos depresivos. Algunos factores que influyen en la forma en que las personas lidian con la partida de sus hijos e hijas son; las condiciones de vivienda, educación, ingresos, salud, edad, actividad física y la frecuencia con que sus familiares les visitan.
Una condición especial que ha demostrado afectar de manera negativa en la salud mental de los padres y madres, es el de los hijos e hijas que emigran a otros estados o países. Dicho fenómeno se encuentra asociado con el desarrollo de depresión, ansiedad, deterioro cognitivo y sentimientos de soledad (Thapa, 2018). Estos resultados se encontraron especialmente en personas de la tercera edad.
Por otro lado, existe la creencia de que el síndrome del nido vacío se presenta especialmente en las madres; debido a una relación más estrechas con sus hijas e hijos. No obstante, algunos estudios han sugerido que puede existir una tendencia contraria, y que son los padres los más afectados. Estos resultados pueden ser explicados por hecho de que las madres suelen prepararse de antemano para la separación, desarrollando planes y comunicándose con sus hijas e hijos; precauciones que los padres no suelen realizar, expresando remordimiento por las oportunidades perdidas de involucrarse en la vida de sus hijas e hijos antes de su partida (Clay, 2003).
La fase del nido vacío
A pesar de las críticas e impugnaciones que ha recibido el concepto de síndrome de nido vacío; este ha servido como referente para un gran número de investigaciones encargadas de estudiar la fase post parental. Por lo tanto, este periodo del ciclo vital de la familia ya es identificado popularmente con el nombre de nido vacío.
En contra de la creencia formulada en el pasado, que sostenía que el nido vacío era una época de conflicto; numerosas investigaciones la han identificado como una etapa de grandes oportunidades para el desarrollo personal de los padres y madres (Lyon, 2008).
Ventajas y oportunidades del nido vacío
De acuerdo con diversos estudios, muchos padres y madres no solo no entran en la fase de nido vacío con tristeza, sino que la reciben con alegría y alivio. Esto, debido a que existe un cambio en la relación que sostienen con sus hijas e hijos; pasando de un vínculo de dependencia, subordinación y superioridad, a uno más igualitario entre adultos. Además, los padres y madres tienen la oportunidad de ver los frutos de su labor en acción; actuando como consejeros y no como autoridad, en los problemas de sus hijas e hijos (Lyon, 2008).
Por otro lado, el nido vacío brinda a muchas madres y padres una gran libertad, permitiéndoles reconectarse con sus parejas y perseguir sus propias metas e intereses. Un efecto, comúnmente observado durante este periodo, es la renovación de los lazos de algunas personas con otros miembros de la familia como hermanos o primos (Clay, 2003; Tosi, Grundy, 2018).
Así mismo, algunas fuentes han reportado que la satisfacción marital de las mujeres se ve incrementada cuando los hijos e hijas dejan el hogar. Esta mejora, es descrita en términos de calidad y no de cantidad, por lo que no se relaciona directamente, con una mayor disposición de tiempo. Dicho fenómeno se manifiesta tanto en personas que siguen con una misma pareja; como con mujeres que han vuelto a casarse (Association for Psychological Science, 2008).
Es importante destacar una variable que frecuentemente afecta la forma en que las personas disfrutan esta fase del nido vacío. Esta es, el éxito que los hijos e hijas tienen en hacer esta separación. Si alguno de ellos no se ajusta adecuadamente a la transición, es muy probable que los padres y madres retrasen sus propios proyectos para apoyarle (Clay, 2003).
Una nueva realidad
Independientemente de las ventajas o problemas que conlleva la fase del nido vacío, es necesario destacar que el contexto sociocultural actual es muy diferente del que existía cuando esta noción se formuló.
La integración de la mujer al ámbito laboral ha provocado que muy pocas madres se definan solo por su papel en la familia. Además, los constantes avances de la tecnología en comunicación han provocado que la distancia entre amistades y familiares sea cada vez más relativa (Clay, 2003). Actualmente, se vive en un estado de conexión constante, en donde todos están al tanto de la vida de todos. Por lo tanto, la separación que implicaría el alejarse de la casa familiar; no tiene la concisión que antes tenía, al poder estar siempre en contacto con los padres, si así se desea.
Nido lleno
No obstante, existen dos cambios muy importantes que han transformado la forma en que la familia evoluciona cuando las hijas e hijos son adultos:
- La disminución de hijas e hijos que pueden o quieren salir de la casa de sus padres; así como la gran cantidad de jóvenes que regresan a la casa familiar por problemas económicos o separaciones.
- El aumento de padres y madres que requieren cuidados especiales, debido a que la esperanza de vida ha aumentado.
La suma de estos fenómenos ha sido irónicamente llamada: nido lleno, y es una tendencia cada día más extendida en todo el mundo. Dicha condición coloca a los adultos de mediana edad en una posición especial, en las que se ven forzados a compartir su casa con los miembros más jóvenes y más viejos de la familia; sin tener la oportunidad de disfrutar de su nido vacío y las oportunidades que les ofrece esta etapa (Igarashi, 2013).
Esta tendencia se ha transformado en un problema cada vez más presente en las familias del mundo; ya que limita el desarrollo personal y la autonomía de todos los afectados. Por desgracia, muchas veces estos arreglos son el resultado de inconveniencias económicas, por lo que pueden prolongarse de manera indefinida.
Consejos para atravesar el nido vacío
La partida de un hijo o hija suele ser un cambio muy importante en la vida de una familia; no obstante, la mayoría de los profesionales afirman que la expectación suele ser peor que la realidad en este sentido. Aun así, existen padres y madres a quienes se les dificulta desligarse de sus hijas e hijos; por lo tanto, es oportuno dar algunas recomendaciones para atravesar por esta fase:
- Hablar con las hijas e hijos sobre los posibles problemas que ellos puedan enfrentar durante la transición y crear un plan. Esto con el fin de evitar mantenerse aprehensivo en torno a su futuro.
- Anticiparse a situaciones que puedan suceder de manera simultánea a la separación, como la jubilación, la menopausia o alguna enfermedad.
- Buscar apoyo en amistades que ya hayan pasado por lo mismo o en la misma pareja.
- Evitar comparar la experiencia de los hijos e hijas con la propia. En lugar de ello, buscar formas de ayudarles a tomar sus propias decisiones.
- Mantenerse en contacto, a través de visitas, llamadas o medios electrónicos.
- Enfocarse en los propios intereses y metas.
- Buscar nuevas actividades que se disfruten o retomar aquellas que se interrumpieron por atender a la familia.
Aunque es normal sentirse alterado por la partida de un hijo o hija; si este evento provoca síntomas de depresión, es muy importante acudir a profesionales de la salud mental (Lyon, 2008; Mayo Clinic, 2020).
Referencias:
- Association for Psychological Science. (2008) Is Empty Nest Best? Changes in Marital Satisfaction in Late Middle Age. ScienceDaily. Recuperado de: www.sciencedaily.com
- Clay, R. (2003) An empty nest can promote freedom, improved relationships. American Psychological Association. Recuperado de: www.apa.org
- Igarashi, H., Hooker, K., Coehlo, D., Manoogian, M. (2013) “My nest is full:” Intergenerational relationships at midlife. Journal of Aging Studies. Volumen (27), número (2) Recuperado de: www.sciencedirect.com
- Lyon, L. (2008) Is Empty-Nest Syndrome Nothing but an Empty Myth? Health Us News. Recuperado de: health.usnews.com
- Mayo Clinic (2020) Empty nest syndrome. Mayoclinic.org. Recuperado de: www.mayoclinic.org
- Raup, J., Myers, J. (1989) The Empty Nest Syndrome: Myth or Reality? Journal of Counseling and Development. Volumen (68), número (2), pp. 180-183. Recuperado de: libres.uncg.edu
- Thapa, D., Visentin, D., Kornhaber, R., Cleary, M. (2018) Migration of adult children and mental health of older parents ‘left behind’: An integrative review. PLoS ONE. Volumen (13), número (10), Recuperado de: doi.org
- Tosi, M., Grundy, E. (2018) Returns home by children and changes in parents’ well-being in Europe. Social Science & Medicine. Volumen (200), pp. 99-106. Recuperado de: reader.elsevier.com