La identidad de género ha sido, en los últimos años, un tema de debate permanente. No únicamente en el ámbito social, sino también en el académico, en donde hemos visto una evolución desde un concepto que surgió como una etiqueta para un trastorno en los manuales DSM y CIE, hasta las explicaciones de psicólogos/as y filósofos/as sobre su origen social y su despatologización. Sin embargo, al menos hasta ahora, no se han dado explicaciones concretas sobre la génesis de esta noción. Es por ello que este artículo tiene el objetivo de explorar la identidad de género desde una explicación con base en los procesos conductuales básicos estudiados en el análisis funcional de la conducta.
Contenidos relacionados:
- Sexo, género, identidad de género y orientación sexual
- El análisis funcional de la conducta
- Definiciones en psicología desde el análisis funcional
La identidad de género como conducta
En términos muy generales, la identidad de género hace referencia a la experiencia personal de ser hombre, mujer o de ser diferente que tiene una persona. Por otro lado, la expresión de género se refiere al modo en que una persona comunica su identidad de género a otras a través de conductas, su manera de vestir, peinados, voz o características corporales (American Psychological Association, 2024). Por lo tanto, para definir y explicar la identidad de género, el análisis conductual debe tomar en cuenta la expresión de género. Es decir, la manifestación de esta experiencia a nivel conductual.
Visto de esta manera, es posible interpretar que, a nivel molar, la identidad de género sería un conjunto de conductas y caracterizaciones que conforman parte de la identidad de una persona. Pero, ¿cómo puede explicarse que este conjunto de reglas pase a formar parte del repertorio conductual e identitario de esa persona?
Para responder esto, deberemos tomar en cuenta dos variables esenciales: las variables funcionales y las variables disposicionales (González-Terrazas, Colombo, 2023).
Variables funcionales de la identidad de género de acuerdo al análisis conductual
De acuerdo al análisis funcional, la identidad de género sería, ante todo, un conjunto de conductas operantes. Esto no significa que en su secuencia no haya también comportamientos respondientes; sino que lo que podemos observar con mayor facilidad de la identidad de género son sus comportamientos operantes.
Ahora bien, en vista de que es poco recomendable ‘manualizar’, protocolar o generalizar análisis funcionales de la conducta; el objetivo de este artículo es dar un ejemplo general sobre cómo podría aprenderse la identidad de género, de acuerdo a los términos del análisis funcional de la conducta.
Según este modelo, las contingencias operantes se conforman de tres términos, un estímulo antecedente, una respuesta y un estímulo consecuente (González-Terrazas, Colombo, 2023).
Estímulo antecedente
Respecto a la identidad de género, el estímulo antecedente (estímulo discriminativo o ED), en una fase de adquisición y a una edad temprana, podría hacer referencia a las reglas de género impuestas por la sociedad, que llevarían a una persona a responder conforme a estas, y tanto a actuar, como caracterizarse según dichos parámetros.
Por ejemplo, si hablamos del género ‘mujer’, la regla podría ser que las mujeres deben vestir de una determinada manera para serlo, como con un vestido; y que deben caminar de una forma específica que les es propia. No hay que olvidar que, muchas veces, las reglas de género pueden combinarse y hacer que dos géneros se adquieran tanto a nivel de caracterización como comportamental. Es allí donde entra la identidad de género no binaria.
De esta manera, este, u otro tipo de estímulo discriminativo debería estar presente cada vez que se emita ese comportamiento o la respuesta de caracterización. Por ejemplo, la visualización de ciertos vestidos o maquillajes pueden llevar a una persona a decidir emplearlos, o a actuar de una determinada manera que considera apropiada para ese contexto concreto.
Respuesta
En relación con la respuesta, podríamos decir que, efectivamente la persona se comporta con base en características y conductas típicamente sociales, siguiendo las reglas de género que actúan como aquel estímulo discriminativo en la fase de adquisición (ya que en el presente el ED podría ser otro, como dijimos antes, aunque las reglas siguen influyendo como veremos más adelante). Empero, no todas las personas seguirán esos estándares, sino que, por el contrario, muchas podrían decidir desviarse un poco de estas reglas. Es decir, flexibilizarlas, y seguir otros criterios que difieren en buena medida.
Por ejemplo, una persona sexualmente masculina podría identificarse como mujer y, sin embargo, dejarse la barba sin afeitar.
Estímulo consecuente
La consecuencia es el estímulo que determina la probabilidad de repetición futura de una conducta en circunstancias análogas. Entendiendo por circunstancias análogas al estímulo discriminativo o a eventos que mantengan una similitud importante con este. Esto es, la consecuencia va a determinar que una conducta operante sea aprendida o no (Pérez et al., 2017).
En el caso de la identidad de género, hablamos de reforzamiento positivo cuando la respuesta de ‘caracterizarse’ y ciertos comportamientos reciben una consecuencia agradable que hará que aumente la probabilidad de que se repitan de cara al futuro.
Una muestra de ello podría ser la satisfacción que sentimos cuando nos comportamos de una determinada manera, o nos caracterizamos de cierta forma con la que sentimos bienestar. Otra podría ser cuando la propia regla que ha servido como antecedente puede surgir como consecuente para reforzar nuestros comportamientos. Por ejemplo: ‘si me pinto con maquillaje seré más femenina’.
En el camino por la vida, pueden darse casos en donde se refuercen comportamientos diferenciales a los seguidos a partir de las reglas de conducta, dando lugar a una mayor diversidad en los comportamientos.
No obstante, hay casos en donde la consecuencia podría ser un reforzador negativo, ya que lo que la persona hace es caracterizarse y comportarse de una determinada manera para evitar el malestar que le genera no hacerlo, y el logro de su evitación le refuerza sus comportamientos. Un ejemplo en este caso sería una regla dada por otra persona, como: ‘si no te vistes con pantalones, no podrás ser hombre’. O casos en donde la consecuencia podría ser un castigo positivo, donde la persona no siga las reglas de género, y otra persona la castigue discriminándola por sus conductas y caracterizaciones, llevando a cabo un proceso de moldeamiento.
Variables disposicionales de la identidad de género de acuerdo al análisis funcional
Según los principios del análisis funcional, algunas variables biológicas de las personas podrían predisponer la probabilidad de aprendizaje de una identidad de género por sobre otra. Por ejemplo, tener características estructurales del sexo opuesto al nuestro, podría propiciar que sigamos la identidad de género que la sociedad ha establecido para ese sexo concreto.
Otras variables que podrían influir sobre la identidad de género que aprendamos serán las del propio ambiente. Es importante tener en cuenta que la secuencia conductual puede verse afectada por eventos del ambiente. Por ejemplo: no es lo mismo tener una familia con tendencias religiosas ortodoxas a una que tenga una mirada más abierta respecto a la identidad de género.
También es importante recordar que la historia de aprendizaje de una persona puede actuar como una variable disposicional que afecte a la probabilidad de repetición de una cierta secuencia comportamental. Si bien una persona aprende en su infancia a seguir reglas que los padres le dan sobre cómo debe caracterizarse o actuar, esa persona no seguirá respondiendo necesariamente a esa misma regla cuando ya sea adolescente o adulta, sino a otros eventos con control discriminativo. No obstante, aunque la regla no sea concretamente parte de la secuencia funcional, si podría tener una función disposicional, como lo es la historia de aprendizaje de la persona.
Referencias:
- American Psychological Association (2024). Las personas trans y la identidad de género. APA.org. apa.org
- Pérez, V., Gutiérrez, M., García, A., Gómez, J. (2017). Procesos psicológicos básicos. Un análisis funcional. Editorial UNED.
- Froxán, M. (2020). Análisis funcional de la conducta humana. Concepto, metodología y aplicaciones. Ediciones Pirámide.
- González-Terrazas, R., Colombo, M. (2023). Análisis de la conducta. Teoría y aplicaciones clínicas.
Créditos de imagen de portada: Foto de Anna Shvets de Pexels