El argumento de autoridad y el argumento (o argumentum) ad verecundiam son dos conceptos estrechamente relacionados que juegan un papel significativo en el razonamiento humano. El argumento de autoridad se basa en la utilización de la opinión de una o un experto o el pronunciamiento de una figura con reconocimiento oficial o institucional para respaldar una conclusión. Aunque puede ser un enfoque razonable para evitar una demostración en la discusión, si se abusa de él o se le da preferencia sobre la evidencia, puede convertirse en el argumentum ad verecundiam, una falacia lógica (Audi, 2004).
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Las falacias, más que argumentos simplemente incorrectos, son patrones de razonamiento erróneo que pueden ser identificados y analizados. Los cuales, no solo tienen el potencial de persuadir psicológicamente a través de su aparente solidez y fundamentación, sino que también pueden describirse como violaciones a las reglas de la discusión crítica (Groarke, 2020; Copi, Cohen, 2013).
¿Qué son el argumento de autoridad y el argumento ad verecundiam?
El argumento de autoridad se basa en la premisa de que una fuente de autoridad posee un conocimiento especializado y confiable sobre un tema específico. Este tipo de argumento busca respaldar la validez de una afirmación o conclusión mediante la citación de una fuente reconocida y respetada como autoridad en ese campo en particular. Puede involucrar desde figuras públicas hasta expertos en la materia, profesores, investigadoresu otras personas cuyas características contribuyan a respaldar ciertas ideas o criterios (Paz, 2023).
Por otro lado, el argumento ad verecundiam, también conocido como argumento por respeto o reverencia, es una falacia que consiste en el uso engañoso de la opinión experta en un argumento para intentar persuadir a alguien de que acepte una conclusión. Estos argumentos pueden describirse como tácticas para presentar el desacuerdo de alguien como irreverente o arrogante si no se acepta de inmediato la autoridad de una opinión citada. No obstante, es importante señalar que no todas las apelaciones a la autoridad en un argumento son falaces, ya que pueden ser razonables si se utilizan de manera juiciosa (Locke, citado por Audi, 2004).
El argumento ad verecundiam es una falacia informal. Este tipo de falacias no cometen errores en su forma, sino en su contenido, es decir, en la información expuesta en sus premisas para llegar a una conclusión específica (Copi, Cohen, 2013). Estos argumentos se presentan como deficiencias en el razonamiento utilizadas para persuadir a los demás de la corrección de los propios argumentos, incluso cuando son falsos (Audi, 2004).
Tipos de argumento de autoridad
Existen tres tipos distintos de argumentos de autoridad:
- Por conocimiento especializado: se basa en la premisa de que ciertas personas o grupos poseen un conocimiento profundo y especializado en un tema específico. Se considera que su experiencia y comprensión en ese campo les permite tener una perspectiva más completa y precisa. Por ejemplo: «Según el Dr. Wilson, un renombrado experto en neurociencia, el ejercicio regular tiene efectos positivos en la salud mental. Su extensa investigación y conocimiento en el campo respaldan la idea de que la actividad física contribuye a reducir el estrés y mejorar el bienestar psicológico».
- Por carácter o integridad moral: se fundamenta en la confianza y credibilidad que se le otorga a una persona o grupo debido a su carácter o integridad moral. Se considera que su reputación ética y confiabilidad los convierte en una fuente creíble. Por ejemplo: «La Madre Teresa de Calcuta, conocida por su dedicación a los más necesitados, afirmaba que el amor y la compasión son esenciales para construir una sociedad más justa. Su ejemplaridad moral y su incansable labor humanitaria respaldan la importancia de cultivar valores de solidaridad y empatía en nuestras comunidades».
- Por consenso: se basa en el principio de que la opinión o posición mayoritaria de un grupo de expertos o líderes en una disciplina específica es la más precisa o correcta. Se considera que el consenso refleja un acuerdo generalizado entre los especialistas en el campo en cuestión. Por ejemplo: » IPCC, conformado por cientos de científicos destacados en el campo de la climatología, ha llegado a un consenso abrumador de que el calentamiento global es principalmente causado por actividades humanas. El respaldo unánime de estos expertos confirma la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar los efectos del cambio climático».
(Paz, 2023).
Distinguiendo el argumento de autoridad del ad verecundiam
Los argumentos por autoridad y ad verecundiam presentan diferencias significativas en su naturaleza y aplicación. Mientras que el primero busca respaldar una afirmación o conclusión a través de la citación de una fuente de autoridad reconocida; el argumento ad verecundiam es una falacia que utiliza la opinión experta como una estrategia persuasiva para intentar convencer a alguien de que acepte una conclusión (Andrade, 2019).
La principal diferencia radica en su validez y fundamentación. En el argumento por autoridad, se reconoce que las fuentes de autoridad pueden tener un conocimiento especializado y confiable sobre un tema en particular, lo que les otorga credibilidad y respaldo a sus afirmaciones. Este tipo de argumento se basa en la idea de que la experiencia y el conocimiento de los expertos pueden ser utilizados como guía para llegar a conclusiones válidas. Por ejemplo, en el ámbito científico, se citan las publicaciones y trabajos de investigadores reconocidos en una disciplina para respaldar una afirmación o conclusión (Van Eemeren, 2012).
Por otro lado, el argumento ad verecundiam es una falacia informal, ya que no cumple con las normas de la discusión crítica. Esta falta lógica ocurre cuando se utiliza la opinión experta de manera falaz para persuadir a alguien de aceptar una conclusión sin proporcionar argumentos sólidos o evidencia relevante. En lugar de apelar a la lógica y la evidencia, se apela a la autoridad o la experticia de alguien para intentar convencer a los demás (Van Eemeren, 2012).
Es importante destacar que, aunque los argumentos por autoridad han sido condenados en ciertos periodos históricos como falaces, en el clima actual de opinión se acepta que pueden ser válidos en algunos casos, siempre y cuando se utilicen de manera adecuada y se tengan en cuenta ciertos criterios (Audi, 2004).
Argumento de autoridad y ad verecundiam en la vida cotidiana
Para entender mejor en qué consiste el argumento de autoridad y el argumento ad verecundiam, consideremos los siguientes casos de la vida cotidiana:
Imagina que estas a punto de comprar un automóvil nuevo. Tu amigo que ha sido mecánico por 20 años y trabaja en una compañía automotriz, te recomienda un modelo en particular, por tener un precio conveniente, un mejor diseño y mayor durabilidad. Para ello, argumenta que su amplio conocimiento en automóviles lo hacen pensar que dicho modelo es el mejor en el mercado actualmente. En este ejemplo, tu amigo está utilizando un argumento de autoridad basado en su larga experiencia como mecánico. Dicha trayectoria lo hace una fuente confiable y especializada en el tema. Por lo tanto, su recomendación lleva consigo un respaldo sustancial y puede influir en tu decisión de compra, ya que confías en su juicio y conocimiento en el campo automotriz.
Ahora bien, pensemos que, en un debate político, un candidato apela a la autoridad del ex presidente del país para respaldar su posición sobre una determinada política. En este caso, el candidato está utilizando el argumento ad verecundiam al intentar persuadir a la audiencia de que su posición es correcta porque cuenta con el respaldo de una figura de autoridad. Sin embargo, esta estrategia no proporciona argumentos o evidencia lógica para respaldar la posición del candidato y, por lo tanto, es una falacia.
Argumento de autoridad y ad verecundiam en la ciencia
Tanto el argumento de autoridad, como el argumento ad verecundiam desempeñan un papel significativo en la comunicación y construcción del conocimiento en el ámbito científico. Los argumentos de autoridad se basan en la citación de expertos reconocidos en un campo específico para respaldar opiniones y criterios propios. En la ciencia, se considera que una mayor cantidad de citas otorga mayor autoridad al investigador, ya que implica el reconocimiento implícito por parte de la comunidad científica (Paz, 2023).
La sociología del conocimiento contribuye a comprender la relación entre autoridad y citación en la ciencia. Las y los investigadores que reciben un mayor número de citas suelen tener un mayor capital de autoridad, incluso antes de recibir premios o distinciones institucionales. En este sentido, el reconocimiento y prestigio otorgados por sus pares profesionales les otorgan una posición de poder en el campo científico (Paz, 2023).
La función legitimadora de los argumentos de autoridad radica en utilizar el prestigio de alguien con autoridad en el campo para respaldar ideas presentadas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no se puede asumir automáticamente que todas las ideas citadas son correctas; y que la cantidad de citas recibidas no siempre se correlaciona directamente con el impacto o reconocimiento real (Paz, 2023).
Las autocitas y las granjas de citas, que se refieren a la práctica de enfocarse en la autocitación y la cocitación entre pares profesionales, son fenómenos comunes en la ciencia. Si bien estas prácticas pueden tener beneficios en términos de visibilidad y reconocimiento, también han sido criticadas por promover una competencia poco saludable y distorsionar la valoración del trabajo científico (Paz, 2023). En este sentido, es esencial adoptar una postura crítica y evaluar cuidadosamente las ideas presentadas, independientemente de la cantidad de citas recibidas.
Peligros del argumento ad verecundiam
El argumento ad verecundiam puede ser muy engañoso, ya que se basa en la reputación o estatus de la persona en lugar de en la calidad y relevancia de sus argumentos. A partir de esta postura, es posible manipular o seducir a las y los interlocutores utilizando el estatus del supuesto experto o experta en lugar de pruebas sólidas. Esto puede comprometer el proceso de diálogo y negar a las y los participantes la posibilidad de evaluar críticamente el punto de vista discutido (Andrade, 2019).
Se dice que el argumento ad verecundiam amenaza el espíritu crítico y la noción misma del diálogo, ya que busca explotar la ignorancia del oyente para silenciarlo o acallarlo. Este tipo de estrategia puede ser utilizada para desviar la atención de los aspectos sustanciales de un argumento y limitar la participación y la evaluación crítica de las y los interlocutores (Van Eemeren, 2012).
Por otro lado, es importante tener en cuenta que no todos los argumentos de autoridad son falacias. En algunos casos, el respaldo de una autoridad experta puede ser legítimo y relevante para apoyar una afirmación. Sin embargo, es esencial evaluar críticamente la calidad y relevancia de las fuentes de autoridad utilizadas en un argumento. Esto es, no debemos aceptar ciegamente una afirmación solo porque proviene de una autoridad, sino examinar la evidencia y los argumentos que respaldan dicha afirmación.
Referencias:
- Andrade, S. (2019). El argumento ad verecundiam en la relación médico-paciente: estudio de caso en procedimientos estéticos. Revista Iberoamericana de Argumentación, número (18). revistas.uam.es
- Audi, R. (2004) Diccionario Akal de Filosofía. Madrid. Ediciones Akal S. A. [Documento PDF]
- Copi, I., Cohen, C. (2013) Introducción a la lógica. Ciudad de México. Limusa. logicaformalunah.files
- Groarke, L. (2020) Informal Logic. The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2020 Edition). stanford.edu
- Paz, L. (2023). Argumentos de autoridad y falacias ad verecundiam: perspectivas en la construcción y socialización de la ciencia. Revista Información Científica, volumen (102). revinfcientifica.sld.cu
- Van Eemeren, F. (2012). Maniobras estratégicas: combinando lo razonable y lo efectivo en el discurso argumentativo. Acta Poética, volumen (33), número (1).scielo.org.mx
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