Dentro de la sabiduría popular, existen numerosas creencias sobre el efecto que tienen factores temporales, como la hora del día, o el momento de la semana en que vivimos, sobre nuestro estado de ánimo. Entre estas ideas, una de las más populares es el concepto del ‘Blue Monday’, un día supuestamente marcado en el calendario como el más triste del año. Esta noción, ampliamente difundida en los medios y las redes sociales, sostiene que las personas se sienten especialmente melancólicas cada tercer lunes de enero. A su vez, se ha popularizado la idea más general de que los lunes, en sí mismos, son los días más sombríos de la semana.
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No obstante, al examinar estas afirmaciones con más detalle, es posible darnos cuenta de la falta de evidencia sólida que respalde dichas nociones. Aun así, el ‘Blue Monday’ y el carácter ominoso de los lunes en general, son temas tan populares, que muchas personas los consideran verdades incuestionables. Debido a esto, es necesario realizar un análisis crítico de las pocas investigaciones llevadas a cabo sobre el tema; explorando si el lunes realmente merece su reputación de ser el día más triste de todos.
El supuesto día más triste del año
‘Blue Monday’, es el nombre que se le da al pretendido día más triste del año. Esta fecha estaría supuestamente marcada por la melancolía y la tristeza, fijándose en el calendario como el tercer lunes de enero. Esta noción se ha vinculado con fenómenos como el trastorno afectivo estacional (TAE o SAD) y la llamada ‘depresión invernal’ (Pino, 2023); dos entidades cuya validez aún es cuestionable.
La génesis de esta expresión se remonta al año 2005, cuando el experto en motivación, Cliff Arnall, la ideó originalmente para una agencia de viajes. Arnall propuso que el tercer lunes de enero era el día más triste del año, basándose en una supuesta fórmula matemática que incluía variables como ‘deuda’, ‘motivación’, ‘clima’ y la ‘necesidad de tomar acción’, entre otras. Sin embargo, la credibilidad de esta fórmula se desvanece fácilmente cuando se examinan de cerca las variables utilizadas, las cuales resultan imposibles de cuantificar y, en gran medida, incompatibles. Así, la falta evidente de principios metodológicos en el enfoque utilizado cuestiona el valor de sus conclusiones (Burnet, 2012; Pino, 2023).
En este sentido, es crucial destacar que la verdadera depresión clínica, en contraposición a una posible ‘bajada de ánimo postnavideña’, es un trastorno complejo afectado por diversos factores, tanto crónicos como temporales, internos y externos. Un hecho, que nociones como esta, trivializan peligrosamente.
La popularidad del ‘Blue Monday’
A pesar de que la falta de legitimidad de la ecuación del ‘Blue Monday’ es públicamente conocida, ésta resurge cada año con sorprendente persistencia. Incluso Arnall, su autor, ha admitido que carece de significado, aunque evita afirmar directamente que esté equivocada.
Desafortunadamente, la persistencia del mito del ‘Blue Monday’ se ve alimentada por la difusión mediática y la falta de discernimiento crítico. La historia detrás de la ecuación, a pesar de su desmentido por parte de Arnall, sigue capturando la atención del público. Este fenómeno se ve amplificado por la tendencia de los medios a buscar una narrativa llamativa, aun a expensas de la verdad científica.
Incluso cuando expertos en la materia intentan disipar el mito, se enfrentan a desafíos. Las experiencias del Dr. Burnet, un doctor en neurociencia con base en Cardiff, son ilustrativas. Su esfuerzo por desacreditar la fórmula en entrevistas resultó en tergiversaciones por parte de los medios, que finalmente llevaron a malentendidos públicos. Este patrón se repitió cuando intentó rectificar su posición en un reportaje para ITN News (Burnet, 2012).
De esta manera, la persistencia de un concepto pseudo científico, como el ‘Blue Monday’ destaca la vulnerabilidad de la audiencia ante información sensacionalista y su propensión a aceptar mitos convenientes. Ante esto, es importante reafirmar que, aunque la supuesta ecuación utiliza factores reales con los que las personas se identifican, como el clima o las deudas, para explicar la tristeza asociada, su enfoque sigue siendo totalmente arbitrario.
‘Efecto Blue Monday’: ¿Es real?
Por su parte, el ‘efecto Blue Monday’, la creencia arraigada de que el lunes es el día más triste de la semana, ha sido objeto de escrutinio desde hace muchos años, en investigaciones que cuestionan su veracidad. Estudios rigurosos desafían la percepción popular de que el inicio de la semana laboral inevitablemente arrastra consigo una carga emocional negativa. Por ejemplo, en un estudio que involucró a participantes de entre 18 y 60 años, se recopilaron datos sobre el estado de ánimo a lo largo de la semana. Al analizar los resultados, el estado de ánimo del lunes no difería significativamente al del martes, miércoles o jueves, en las y los participantes (Stone et al., 1985).
Por otro lado, en un estudio mucho más reciente, se encontró un fuerte respaldo para un mejor estado de ánimo durante los fines de semana y los viernes, sugiriendo la presencia de un posible ‘efecto de fin de semana’, pero poco apoyo para el ‘efecto Blue Monday’ (Stone, Schneider, Harter, 2012).
Así mismo, otro trabajo que exploró la relación entre la anticipación del trabajo y el afecto negativo a lo largo de la semana laboral, reveló que la anticipación disminuía linealmente a lo largo de la semana, al igual que el afecto negativo. No obstante, este fenómeno se presentaba solo bajo condiciones laborales demandantes particulares, lo que sugeriría que la carga de trabajo, las condiciones laborales y la dinámica propia del trabajo desempeñan un papel crucial en la experiencia emocional a lo largo de la semana. (Hülsheger et al., 2022).
De esta manera, las investigaciones sobre el tema desafían la idea de que los lunes son intrínsecamente más tristes; destacando que la relación entre el día de la semana y el estado de ánimo es más compleja de lo que comúnmente se cree.
‘Efecto Blue Monday’ y suicidio
La exploración de la posible conexión entre el ‘efecto Blue Monday’ y las tasas de suicidio ha generado resultados contradictorios en diversos estudios realizados en diferentes países. Un análisis en Corea del Sur reveló una frecuencia más alta de suicidios los lunes, entre 1997 y 2015, especialmente pronunciada entre las personas jóvenes (Kim et al., 2019).
Sin embargo, en un estudio posterior, también en Corea del Sur, que abarcó desde 2012 hasta 2017, se cuestiona la universalidad de la distribución desigual de las muertes durante la semana. Aunque se observó un mayor porcentaje de suicidios los lunes en comparación con otros días, al controlar factores sociodemográficos, no se encontró evidencia de un aumento significativo en los suicidios en ese día específico. Es decir, se reportaban más muertes en general los días lunes; no solo por suicidio, sino también por otras causas (Gun, Sung, 2023).
Por otro lado, Japón, también enfrentando cifras elevadas de suicidios, reveló un aumento en las tasas de suicidio los lunes. Este patrón se asemeja a los hallazgos en otros países desarrollados, donde los lunes se destacan como días de mayor incidencia de suicidios (Ohtsu et al., 2009).
Ante esto, es necesario señalar que la correlación entre los lunes y las tasas de suicidio no implica necesariamente causalidad. Además, es fundamental reconocer que el suicidio no es una consecuencia directa de la tristeza o la depresión; sino que es un fenómeno complejo motivado por diversos factores psicológicos y situacionales.
Estas investigaciones destacan la importancia de interpretar los resultados con precaución y considerar la diversidad de factores que influyen en las tasas de suicidio. Así, es posible notar que las conclusiones varían según la población estudiada y los métodos utilizados, subrayando la complejidad del suicidio como fenómeno social.
Importancia de comprender la falta de evidencia detrás del ‘Blue Monday’
La falta de evidencia sólida detrás de los fenómenos abordados resalta la importancia de desentrañar mitos que pueden afectar la percepción pública de la ciencia y la psicología. Manifestaciones pseudocientíficas como la ecuación del ‘Blue Monday’, presentadas como ciencia genuina en los medios de comunicación convencionales, no solo carecen de fundamento, sino que también perjudican la comprensión pública del conocimiento científico.
Aunado a esto, la descripción de la tristeza asociada con los lunes como un fenómeno universal desvirtúa la realidad de la depresión clínica; el cual es un trastorno complejo y crónico que requiere atención especializada. La trivialización de este tipo de trastornos, al sugerir que son temporales y experimentados por todos y todas, es irrespetuosa hacia quienes luchan contra estas condiciones genuinas y, a menudo, incapacitantes.
Así mismo, la difusión acrítica del fenómeno del ‘Blue Monday’ puede tener consecuencias preocupantes en la salud mental. Sitios y páginas que perpetúan la fidelidad de este mito ofrecen consejos superficiales para combatir sentimientos que podrían ser manifestaciones de trastornos psicológicos reales. Estos consejos banales corren el riesgo de ser malinterpretados, llevando a que situaciones de verdadera relevancia psicológica sean ignoradas bajo la percepción errónea de que se trata de meras fases pasajeras.
En consecuencia, es fundamental abogar por una comprensión más precisa de la salud mental y desafiar las narrativas simplificadas que pueden trivializar trastornos graves. La lucha contra el estigma y la promoción de la conciencia sobre la complejidad de la salud mental son esenciales para garantizar un abordaje adecuado de los desafíos que enfrenta la comunidad, lejos de mitos sin sustento científico.
Referencias:
- Burnet, D. (2012). Blue Monday: a depressing day of pseudoscience and humiliation. TheGuardian.com. theguardian.com
- Gun, V., Sung, I. (2023). Monday peak is unique to suicide? Comparison of weekly distribution by causes of death using national representative cohort database. Suicide Life Threat Behavior, volumen (53), número (4), pp. 613-627. pubmed.ncbi.
- Hülsheger, U., Uitdewilligen, S., Zijlstra, F., Walkowiak, A. (2022). Blue Monday, yellow Friday? Investigating work anticipation as an explanatory mechanism and boundary conditions of weekly affect trajectories. Journal of Occupational Health Psychology, 27(4), 359–376. psycnet.apa.org
- Kim, E., Cho, S., Na, K., Jung, H., Lee, K., Cho, S., Han, D. (2019). Blue Monday is real for suicide: a case–control study of 188,601 suicides. Suicide and Life‐Threatening Behavior, volumen (49), número (2), pp. 393-400. onlinelibrary.wiley.com
- Ohtsu, T., Kokaze, A., Osaki, Y., Kaneita, Y., Shirasawa, T., Ito, T., Sekii, H., Kawamoto, T., Masayasu Hashimoto, M., Ohida, T. (2009). Blue Monday Phenomenon among Men: Suicide Deaths in Japan. Acta Médica Okayama, volumen (63), número (5), pp. 231-236. ousar.lib.okayama
- Pino, D. (2023). Lunes azul y trastorno afectivo estacional. 24Genetics. 24Genetics.se. 24genetics.se
- Stone, A., Hedges, S., Neale, J., Satin, M. (1985). Prospective and cross-sectional mood reports offer no evidence of a «blue Monday» phenomenon. Journal of Personality and Social Psychology, volumen (49), número (1), pp. 129–134. psycnet.apa.org
- Stone, A., Schneider, S., Harter, J. (2012). Day-of-week mood patterns in the United States: On the existence of ‘Blue Monday’, ‘Thank God it’s Friday’ and weekend effects. The Journal of Positive Psychology, volumen (7), número (4), pp. 306-314.tandfonline.com
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