La cataplexia o cataplejía, se manifiesta como una pérdida del tono muscular en donde se mantiene el nivel de conciencia; dura pocos segundos, y suele ser desencadenada por risa o bromas. Por la corta duración de los episodios, no interrumpe de manera significativa la cotidianidad, sin embargo, cuando estos episodios se presentan de forma repetida en el día, o son resistentes a medicamentos, pueden generar alteraciones en la funcionalidad del paciente, y ponerlo en peligro. El interés social por la cataplexia se disparó exponencialmente en febrero de 2021, momento en el que el popular presentador de televisión español, Jordi Évole, sufriera un episodio de cataplexia en pleno directo, tras un ‘ataque de risa’ mientras era entrevistado.
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La narcolepsia y cataplexia
Como se mencionó, la cataplexia forma parte de las posibles características de la narcolepsia. En sí misma, la narcolepsia es un trastorno del sueño y la vigilia que se caracteriza por (Asociación Americana de Psiquiatría, 2014):
- Momentos recurrentes de una fuerte necesidad de dormir.
- Presencia de cataplexia –desencadenada por risa o bromas-
- Déficit de hipocretina, o una latencia del sueño REM menor a 15 minutos, evidente en una polisomnografía.
Dependiendo de estas tres posibles características, se especifica el diagnóstico (Asociación Americana de Psiquiatría, 2014). Adicionalmente, se estima que en Estados Unidos, la prevalencia de la narcolepsia con cataplexia, oscila entre el 0,02 y 0,05%, según estudios epidemiológicos (Medrano-Martínez, Ramos Platón y Peraita-Adrados, 2018)
La cataplexia y su relación con la risa
El término cataplejia o cataplexia, se deriva de la palabra griega ‘abatir’. La cataplexia siempre ha ido de la mano con la narcolepsia; y se describe como la pérdida brusca del tono muscular, secundaria a la risa, la ira o la vergüenza. Es fundamental tener presente que, aunque la persona pierde la postura, por debilidad muscular, incluso llegando a caer al piso, se mantiene un estado regular de conciencia, es decir; permanece despierta, y no hay relajación de esfínteres (Erro y Zandino, 2007).
¿La risa es la culpable de cataplexia, como en el caso de Jordi Évole?
Hasta el momento, es el síntoma de la narcolepsia frente al que se tiene menos conocimiento. Se cree que, en momentos de risa –u otras emociones como el enfado-, se puede generar una crisis de cataplexia, desencadenada por un desequilibrio en los sistemas motores inhibidores y excitadores; que en ocasiones guardan relación con estímulos emocionalmente fuertes. Además, es posible, que esté relacionado con un déficit en la transmisión del neurotransmisor estimulante de hipocretina – el cual es otro de los signos de la narcolepsia- (Carretero, 2007). Concretamente, el caso del periodista Jordi Évole, tras su ‘ataque de risa’, se consideraría como una forma de cataplexia, pues como se percibe en el vídeo, el periodista pierde el tono muscular, hasta desvanecerse, tras una risa intensa.
Tipos de cataplexia
Dependiendo de los grupos musculares afectados, la cataplexia se categoriza en dos tipos (Carretero, 2007):
- Parcial: La debilidad o pérdida del tono muscular se presenta en solo algunos grupos musculares específicos. Puede ser evidente en un habla titubeante, caída de la cabeza o la mandíbula, o en rodillas flexionadas involuntariamente. Según apunta el
- Total: La cataplexia total o completa, se presenta cuando, después de un momento de risa, se pierde el tono en todos los grupos musculares posturales, lo que genera un colapso completo de la persona. Sin embargo, generalmente no incluye los músculos extraoculares ni el diafragma, lo porque no se ve afectada la respiración. El caso del presentador Jordi Évole, según las manifestaciones que presentó en directo, a consecuencia de la risa intensa, pareciera coincidir con una cataplexia completa o total.
La hipocretina
Como se mencionó previamente, la hipocretina se ha relacionado con la narcolepsia y la cataplexia. Este neurotransmisor se ha relacionado con la regulación del ciclo de sueño y vigilia, la regulación neurovegetativa, el control de la conducta de ingesta, y el sistema neuroendocrino. Durante la vigilia, se libera hipocretina, incidiendo de forma positiva en el tono muscular al interactuar en el sistema facilitador. Asimismo, cuando se presenta un déficit en esta sustancia, se altera el equilibrio de la excitación motora y la inhibición secundaria a estímulos emocionales, inactivando el sistema facilitador, y por lo tanto, inhibiendo el tono muscular (Carretero, 2007).
Es posible, que esta alteración en la hipocretina sea generada por la perdida o mal funcionamiento selectivo de neuronas en el hipotálamo lateral, también llamadas orexinas (Medrano-Martínez, Ramos Platón y Peraita-Adrados, 2018)
Aunque sea en medio de la risa, la cataplexia puede ser peligrosa
Se ha comprobado que las personas que presentan crisis de cataplexia, pueden estar en riesgo tanto físico como emocional. Dentro de las consecuencias, se encuentran (Carretero, 2007):
- Mayor incidencia de accidentes domésticos y laborales.
- Riesgos elevados de accidentes automovilísticos.
- Aislamiento social.
- Altos niveles de angustia durante y después de la crisis.
- Represión emocional –como un intento por controlar la aparición de las crisis–.
- Adicionalmente, se han reportado alteraciones en la atención y funciones ejecutivas -fluidez verbal e inhibición conductual-.
- Incremento del riesgo de desarrollar depresión o ansiedad.
Tratamientos para la cataplexia
No existen tratamientos específicos para esta alteración muscular. Sin embargo, debido a que puede afectar la calidad de vida del paciente; pues puede interferir con actividades básicas de la vida diaria, y generar malestar emocional, se han diseñado algunas intervenciones orientadas a controlar los síntomas. Todo ello, con el objeto de que el paciente pueda llevar una vida independiente y satisfactoria (Carretero, 2007).
Debido a la hipótesis que afirma que la cataplexia es una manifestación patológica del sueño REM, se han utilizado fármacos que suprimen esta fase del sueño; y aunque algunos pacientes reportan una disminución en las crisis de cataplexia, estos medicamentos suelen generar habituación, y la retirada rápida de estos puede incrementar las crisis. Dentro de estos fármacos se encuentran el oxibato sódico y algunos antidepresivos. También son eficaces algunos inhibidores de la recaptación de serotonina, y los inhibidores combinados de serotonina y noradrenalina (Erro y Zandino, 2007).
Por su parte, el tratamiento no farmacológico, está enfocado en prácticas de higiene del sueño, como horarios regulares y siestas programadas (Carretero, 2007)
Conclusión
La cataplexia o cataplejía, lejos de ser un trastorno aislado, es un síntoma de un síndrome más amplio. Se desencadena por la expresión de algunas emociones, incluida la risa; lo cual hace que las personas que presentan probabilidad de tener crisis de cataplexia, estén en riesgo dentro de la cotidianidad. Su manejo es difícil, pues no son del todo claros los mecanismos de este síntoma; pero existen atenuantes que permiten que las personas tenga una vida plena.
Referencias:
- Asociación Americana de Psiquiatría. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM 5. Ed Arlington, Va, Asociación Americana de Psiquiatría.
- Carretero, M. (2007). Cataplejía. Tratamiento de un síntoma de la narcolepsia. Actualidad científica. Avances farmacológicos, 26 (10), 116-118. Recuperado de: www.elsevier.es
- Erro, M. e., y Zandino, B. (2007). Las hipersonmnias: diagnóstico, clasificación y tratamiento. Anales del sistema sanitario de Navarra, 30 (1), 113-120. Recuperado de: scielo.isciii.es
- Medrano-Martínez, P., Ramos Platón, M. J., y Peraita-Adrados, R. (2018). Akteraciones neuropsicológicas en la narcolepsia con cataplejía: una revisión. Rev Neurol, 66 (3), 89-96. DOI: doi.org
* Fotografía del presentador de televisión español, Jordi Évole, quien sufrió un episodio de cataplexia en directo, tras un ‘ataque de risa’.