Efectos del tabaquismo pasivo en niños y niñas

El tabaquismo pasivo tiene un impacto muy especial en las niñas y niños, ya que su dependencia de los adultos muchas veces les impide protegerse del humo ajeno.

El tabaquismo es un severo problema de salud pública en todo el mundo; el cual cobra alrededor de 8 millones de víctimas anualmente. Actualmente, se considera que más de una quinta parte de las personas en el mundo consumen tabaco (22.3% en el 2020). Desafortunadamente, los fumadores directos no son los únicos afectados por este hábito tan peligroso. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 1.2 millones de personas mueren cada año debido al tabaquismo pasivo, entre las cuales se encuentra un número importante de niños y niñas (World Health Organization, 2022).

Entre los padecimientos más importantes relacionados con la exposición al humo ajeno se encuentran enfermedades pulmonares y cardíacas, enfermedades respiratorias crónicas, cánceres y diabetes (World Health Organization, 2021). Debido a esto, la protección de todo tipo de poblaciones de los daños del tabaco, se ha transformado en una prioridad para muchos gobiernos; quienes han adoptado medidas para reducir los índices de tabaquismo; y con ello, el consumo de humo de “segunda mano”. Desafortunadamente, la resistencia por parte de las compañías tabacaleras, los usuarios y la propia cultura hacia estas medidas, transforman al tabaquismo pasivo en una seria amenaza para individuos vulnerables, como los son niños, niñas y jóvenes, quienes suelen tener poco control sobre la calidad del aire que existe en sus hogares y entorno cotidiano (World Health Organization, 2019).

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¿Qué es el tabaquismo pasivo?

El humo de tabaco ajeno es el humo emitido por productos con tabaco, como cigarrillos, bidis o pipas de agua, y el exhalado por los fumadores. Esta emisión contiene más de 400 sustancias químicas, y no existe un nivel seguro de exposición a ella. (World Health Organization, 2022). Incluso una exposición breve puede causar daños graves. Los estudios muestran que los niveles de contaminación en lugares cerrados que permiten fumar son más altos que los niveles que se encuentran en carreteras muy transitadas, en garajes cerrados y durante tormentas de fuego. La evidencia científica ha establecido que la exposición al humo del tabaco causa muerte, enfermedad y discapacidad a los no fumadores (World Health Organization, 2019).

De esta forma, un fumador pasivo es aquella persona que inhala humo de tabaco en un ambiente cerrado procedente de otros fumadores y sus fuentes de tabaco. Se calcula que, para un fumador pasivo, exponerse al humo de tabaco tiene un riesgo equivalente a consumir de 4 a 10 cigarrillos al día (Aneas, 2019).

Es importante señalar que ni la ventilación ni la filtración, solas o combinadas, pueden reducir la exposición al humo del tabaco en espacios cerrados a niveles que se consideren aceptables, incluso en términos de olor, y mucho menos efectos sobre la salud. Solo los ambientes completamente libres de humo brindan una protección efectiva (World Health Organization, 2019).

La exposición al humo de segunda mano también impone costos económicos a las personas, las empresas y la sociedad en su conjunto. Estos incluyen principalmente costos, además de pérdidas de productividad. Aunado a esto, los lugares de trabajo donde se permite fumar incurren en mayores costos de renovación y limpieza, mayor riesgo de incendio, y pueden experimentar primas de seguro más altas (World Health Organization, 2007).

¿Qué impacto tiene el tabaquismo pasivo en la salud de los niños y niñas?

El humo ajeno mata. En este sentido, se calcula que casi la mitad de los niños y niñas respiran habitualmente aire contaminado por humo de tabaco en los lugares públicos, y 65000 mueren cada año por enfermedades atribuibles al humo ajeno. Aunado a esto, el humo de segunda mano aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante. Además, causa complicaciones durante el embarazo y bajo peso en el recién nacido (World Health Organization 2022).

Las niñas y niños son especialmente vulnerables al tabaquismo pasivo o involuntario; principalmente las y los lactantes y preescolares. Esta situación se debe a que su frecuencia respiratoria está aumentada con respecto a la de un adulto y, por tanto, presentan una mayor ventilación por minuto. Como consecuencia, inhalan una mayor dosis de contaminantes del humo de tabaco ajeno (Aneas, 2019).

El consumo de tabaco fumado asfixia los pulmones y otros órganos porque los priva del oxígeno que necesitan para desarrollarse y funcionar correctamente. Además, es necesario tomar en cuenta que esta población presenta una menor masa corporal, y pasan mayores periodos de tiempo en el hogar, por lo que están más tiempo expuestos y expuestas a las emisiones de terceros.  Tomando en cuenta que su sistema inmune está todavía en proceso de desarrollo, son más susceptibles a desarrollar diversas enfermedades (Aneas, 2019; World Health Organization, 2020).

Padecimientos en población infantil relacionados con el tabaquismo pasivo

El humo de tabaco afecta a las niñas y niños de muy diversas formas. Algunas de las afecciones más importantes en este sentido son:

  • Aumenta el riesgo de muerte súbita en recién nacidos.
  • Puede producir bajo peso al nacer.
  • Afecta el crecimiento y el desarrollo general.
  • Puede producir alteraciones cognitivas.
  • Favorece las infecciones en las vías respiratorias.
  • Es un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades respiratorias como el asma o la bronquiolitis, determinando su aparición y gravedad.
  • Favorece la aparición de síntomas como tos, expectoración, sibilancias y disnea en niños escolares.
  • Aumenta el riesgo de padecer cáncer.
  • Se le ha ligado con el desarrollo de lesiones en las arterias.
  • Es un factor de riesgo en el desarrollo futuro de adicciones, incluido el propio tabaquismo.
  • Se relaciona con el desarrollo de patologías en el oído medio.
  • Asociado con el padecimiento de complicaciones cardiovasculares.
  • Incrementa el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta, como la propensión a la agresión física y el comportamiento antisocial.
  • Se le asocia con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

(Labbé, Labbé, 2014; Martín, et.al 2018; Aneas, 2019).

El tabaquismo pasivo como una violación a los derechos de los niños y niñas

El tabaquismo pasivo en niñas y niños se puede presentar en cualquier lugar donde estas y estos estén presentes, y el fumar sea permitido. Esto incluye tanto lugares públicos, como áreas de estudio y el propio hogar (World Health Organization, 2020).

Como ya se ha comentado, las y los menores son una población especialmente vulnerable al tabaquismo pasivo debido a que no suelen tener control sobre la calidad del aire que respiran. Por el contrario, esta es determinada por los adultos a su alrededor. En este sentido, son pocas las ocasiones en las que la opinión de los menores es tomada en cuenta con relación al consumo de tabaco cerca de ellos; y cuando esto sucede, suelen apoyar medidas que prohíban fumar en los espacios públicos que cohabitan (World Health Organization, 2007).

Desafortunadamente, hasta ahora, las distintas medidas gubernamentales no han sido suficientemente poderosas como para reducir de forma significativa la agresión de la que son víctimas cada día millares de recién nacidos, niñas y niños. Esta situación se debe a que muchas de las restricciones al tabaco son consideradas por la población general como sugerencias que pueden ignorar o adaptar a su conveniencia, sin preocuparse del impacto que el humo de segunda mano tiene en los menores.

Ante esta situación, es necesario hacer notar que la exposición al humo de segunda mano constituye un acto de violencia hacia el derecho de las niñas y niños a la salud; y que ante un problema tan importante como lo es el tabaquismo, el deber de las y los adultos es defender la integridad física de este sector de la sociedad que depende de nuestras decisiones.

Medidas globales para disminuir el tabaquismo pasivo en los niños y niñas

La evidencia científica ha demostrado ampliamente que los entornos 100% libres de humo, son la única forma probada de proteger a las personas frente a los efectos nocivos del humo de tabaco ajeno (World Health Organization, 2022). Debido a esto, diversos gobiernos han promulgado leyes y desarrollado programas cuyo objetivo es regular el consumo, animar a los fumadores a dejar de fumar, y crear en lo posible entornos libres de humo de tercera mano, donde niñas y niños puedan vivir sin el riesgo a ser expuestos al tabaquismo pasivo. Entre las medidas de este tipo más importantes se encuentran las siguientes:

  • Leyes de entornos libres de humo. Estas implican la prohibición de fumar en espacios específicos como entornos públicos, zonas cercanas a escuelas y hospitales, o espacios cerrados.
  • Advertencias gráficas. Son ilustraciones de gran tamaño colocadas en los empaques de productos con tabaco y publicadas en los medios, que muestran de forma impactante las consecuencias de fumar.
  • Regulación de la publicidad de tabaco. Implica prohibir las formas de promoción directa (televisión, radio, prensa, carteles publicitarios y plataformas de redes sociales) e indirecta (por ejemplo, distribución gratuita, descuentos, promociones o exhibición libre) de los productos con tabaco.
  • Impuestos. Consiste en mantener los impuestos sobre el tabaco y sus productos lo suficientemente altos con el fin de empujar los precios por encima del crecimiento de los ingresos.
  • Programas de sensibilización. Creación de campañas que busquen concientizar a los menores sobre las estrategias utilizadas por la industria tabacalera para iniciarlos en el consumo del tabaco. Esto, con el conocimiento de que una parte importante de los fumadores que rodean a los niños y niñas en la vida cotidiana, pueden ser también menores.

(World Health Organization, 2020, 2022).

Acciones para evitar el tabaquismo pasivo en niños y niñas

Las leyes, políticas y acuerdos a nivel internacional sobre el control del uso del tabaco y la creación de espacios libres de humo, son un reflejo de la gravedad de un hábito tan peligroso como lo es el tabaquismo. No obstante, estas medidas están lejos de ser suficientes, ya que su efecto es distinto en cada país, y en muchos lugares, su ejecución no es vigilada. Debido a ello, la protección de las niñas y niños en contra del tabaquismo pasivo debe partir, además, de acciones individuales y comunitarias que favorezcan la regulación del tabaquismo y su reducción paulatina. Algunas de las medidas más importantes en este sentido son:

  • Demanda de espacios de acceso público libres de humo de tabaco, como parques y plazas.
  • Cambiar la normatividad de espacios de fumadores y no fumadores (inefectiva en la prevención del tabaquismo pasivo), por una política de áreas completamente libres de humo.
  • Implementar estrategias educativas que concienticen a padres y familiares sobre los verdaderos efectos del fumar en el hogar y en presencia de sus hijas e hijos.
  • En el ámbito de la salud, destacar el peso que tiene la exposición al humo de tercera mano en el desarrollo de distintas enfermedades.
  • Derribar públicamente mitos sobre la prevención del tabaquismo pasivo. Por ejemplo, la falsa creencia de que la creación de espacios designados para fumadores o el uso de ventilación reducen el daño provocado por el humo de tabaco.

(World Health Organization, 2007, 2019, 2020, 2021; Martin, et.al 2018).

Respuesta internacional en contra del tabaquismo

Como ya se ha explicado, las consecuencias del tabaquismo son devastadoras en muchos sentidos. Afectando tanto la salud de las y los consumidores directos de tabaco, como la de aquellas personas que las y los rodean. Debido a ello, la OMS, adoptó una serie de medidas destinadas a reducir el consumo de productos que contienen tabaco. Este plan es nombrado MPOWER, y representa las siglas en inglés de las acciones que se propone cubrir:

  • Monitor: Hacer seguimiento del consumo de tabaco y de las medidas de prevención.
  • Protect: Proteger a la población del consumo de tabaco.
  • Offer: Ofrecer ayuda para dejar de consumir tabaco.
  • Warn: Advertir de los peligros del tabaco.
  • Enforce: Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
  • Raise: Aumentar los impuestos sobre el tabaco.

(World Health Organization, 2022).

Estas medidas han logrado alcanzar un éxito importante. En la actualidad, el 75% de los países y 5300 millones de personas están protegidos por al menos una medida de control del tabaco al nivel de las mejores prácticas, y el 50% por al menos dos medidas. De igual forma, a nivel mundial, la prevalencia del tabaquismo entre las personas mayores de 15 años se ha reducido del 22.7% al 17.5% (World Health Organization, 2021).

A pesar de estos resultados, el consumo de tabaco sigue siendo un problema muy grave en todo el mundo, y el tabaquismo pasivo sigue matando miles de personas de todas las edades. Ante este escenario, es necesario destacar que sólo cuando cada persona se haga responsable de su papel en este problema; y se decida, bien a respetar el aire de los demás, o bien, a exigir abiertamente espacios comunes libres de humo ajeno, es que será posible vislumbrar algún tipo de solución en el futuro.  

Referencias:

  • Aneas, M. (2019). La relación del tabaquismo de los padres sobre los niños fumadores pasivos en la salud mental: Memoria. Universitat de les Illes Balears: Departamento de Enfermería y Fisioterapia. dspace.uib.es
  • Labbé, A., Labbé, J. (2014). Tabaquismo pasivo en el niño. EMC Pediatría, volumen (49), número (2), pp. 1-9. sciencedirect.com
  • Martín, A., Sánchez, M., Villalobos, E., Calleja, M. (2018). ¿Seguimos considerando el tabaquismo pasivo como un problema de salud? Acta Pediátrica Española, volumen (76), número (1-2), pp. 14-17. researchgate.net
  • World Health Organization (2007). Smoke-free Inside. World Health Organization: Sitio Web Mundial. apps.who.int
  • World Health Organization (2019). Protecting people from tobacco smoke. World Health Organization: Sitio Web Mundial.who.int
  • World Health Organization (2020). Stop tobacco industry exploitation of children and young people. World Health Organization: Sitio Web Mundial. who.int
  • World Health Organization (2021). WHO Report on the global tobacco epidemic, 2021. World Health Organization: Sitio Web Mundial. who.int
  • World Health Organization (2022). Tabaco. Datos y Cifras. World Health Organization: Sitio Web Mundial. who.int
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.