El materialismo en psicología

Al identificar los fenómenos cognitivos como procesos físicos, el materialismo contribuye al desarrollo de una psicología objetiva y crítica.

En su búsqueda de consolidarse formalmente como una disciplina científica, la psicología ha desafiado las premisas cartesianas que caracterizaron sus inicios, para inclinarse hacia una perspectiva que valora la observación objetiva y la medición empírica. A medida que esta ciencia evoluciona, los métodos introspectivos ceden terreno al enfoque empírico, donde el comportamiento humano y su cuantificación se erigen como elementos esenciales. Esta transición, impulsada por la necesidad de alejarse del dualismo extremo, halla su apogeo en el materialismo, consolidando una transformación sustancial en la comprensión y práctica de la psicología.

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¿Qué es el materialismo?

En términos muy generales, el materialismo se define como una perspectiva filosófica crítica que sostiene la materia como el principio primordial, el origen y la causa de toda existencia. Esta postura, adoptada por figuras como Thomas Hobbes, se fundamenta en el monismo, proclamando que todo lo que existe es de naturaleza material o física (Audi, 2004).

El orígen del término ‘materialismo’ se remonta a 1647, cuando Robert Boyle lo utilizó en The Excellence and Grounds of the Mechanical Philosophy. Sin embargo, fue en el siglo XVIII, durante la Ilustración, que los philosophes adoptaron esta filosofía para designar su posición naturalista en física y fisiología. La corriente materialista ilustrada se caracterizó por una crítica radical a la religión, una moral hedonista y una oposición a las convenciones educativas y morales del ‘Antiguo Régimen’.

A lo largo del siglo XIX, el materialismo filosófico clásico se vio desafiado por el criticismo de Kant y el surgimiento del idealismo, dando paso a la ‘disputa del materialismo’ en Alemania. Este conflicto dio lugar a la diversificación del materialismo en diversos tipos, como el fisicalismo, fenomenismo, moral, histórico, dialéctico, entre otros (Hidalgo, 2006).

Es importante distinguir el materialismo del realismo epistemológico, ya que la cuestión de lo que es la materia difiere de la tesis sobre si la realidad externa es conocible. Es decir, una persona puede admitir el conocimiento de una realidad externa, mientras sostiene creencias en la naturaleza espiritual de dicha realidad. De igual forma, es necesario no confundir el materialismo con una postura ‘fisicalista’, que postula que todas las teorías científicas, incluida la psicología, pueden ser reducidas a principios fundamentales de la física (Díaz, 2013).

Diversidad de enfoques materialistas en la filosofía de la mente

La filosofía de la mente se nutre de diversas corrientes materialistas que ofrecen perspectivas variadas sobre la relación entre lo mental y lo físico. Estos enfoques abordan la complejidad del pensamiento y la conciencia desde distintas ópticas, destacando algunas corrientes significativas:

  • Conductismo Lógico: Postula que hablar de fenómenos mentales es simplemente una abreviatura para referirse al comportamiento físico actual o potencial. Esta postura argumenta que la mente no es una entidad separada, sino más bien un conjunto de capacidades y disposiciones, desafiando la noción de estados mentales como entidades internas con efectos causales.
  • Teoría de la Identidad: Propone que sensaciones específicas son idénticas a procesos cerebrales particulares. Identifica la mente con el cerebro y destaca la conexión causal entre lo interno y la conducta externa. Este enfoque busca reducir los eventos mentales a procesos neurofisiológicos, abogando por la identidad de tipos entre lo mental y lo cerebral.
  • Materialismo de Estados Centrales: Desde esta perspectiva, los estados mentales son contingente e internamente idénticos a estados del cerebro capaces de producir ciertos comportamientos. Sostiene que los estados mentales son reales y tienen efectos causales, pero defiende que la interacción psicofísica es puramente causal y física.
  • Materialismo No Reduccionista: Plantea que las capacidades y propiedades mentales emergen de, pero no se reducen a, capacidades y propiedades físicas. Es decir, propone que lo mental no se puede reducir completamente a lo físico, reconociendo una autonomía emergente de las propiedades mentales.
  • Funcionalismo Computacional: Postula que las operaciones mentales son funciones computacionales independientes de su realización material. Este enfoque permite la realización múltiple de funciones mentales en diversos sustratos físicos, enfocándose en la elaboración de información.

(Audi, 2004; Beorlegui, 2007; Sanguineti, 2008; Díaz, 2013).

Aportes del materialismo al desarrollo de una psicología científica

Las diversas corrientes del materialismo han desempeñado un papel crucial en el desarrollo y la evolución de la psicología como disciplina científica:

  • Rechazo del dualismo cartesiano: Al proponer que todo es material o físico, el materialismo ha abogado por una visión integrada de la mente y el cuerpo, allanando el camino para un enfoque más unificado en la investigación psicológica.
  • Enfoque empírico y observacional: Al considerar lo mental como una expresión de lo físico, el conductismo y otras corrientes materialistas han promovido la objetividad y la medición rigurosa del comportamiento humano, propiciando la formulación de teorías respaldadas por evidencia empírica.
  • Reduccionismo y vinculación con otras ciencias: El materialismo ha fomentado el reduccionismo en el sentido de buscar explicaciones más fundamentales y reducibles en términos físicos. Este enfoque ha impulsado la integración de la psicología con otras disciplinas, como la neurociencia y la biología, proporcionando una base más sólida para comprender la relación entre los procesos mentales y los fundamentos biológicos.
  • Identificación de la mente con el cerebro: Teorías materialistas, como la teoría de la identidad, han propuesto que la mente es idéntica a procesos cerebrales. Esta identificación ha influido en la formulación de metodologías de investigación que buscan correlaciones entre actividades cerebrales y experiencias mentales, brindando una conexión más directa entre la psicología y la neurociencia.
  • Funcionalismo y abordaje computacional: El funcionalismo computacional en psicología ha permitido concebir la mente como un sistema de procesamiento de información, brindando nuevas herramientas conceptuales para comprender la cognición y el comportamiento.
  • Crítica y reflexión filosófica: La diversidad de corrientes materialistas ha llevado a debates y diálogos que han enriquecido la psicología, cuestionando suposiciones arraigadas y promoviendo una mayor claridad conceptual en el estudio de la mente.Principio del formulario

Una psicología basada en el materialismo

En esencia, una psicología materialista abraza el monismo ontológico, rechazando la dualidad cartesiana y proponiendo que toda realidad es material o física. De esta manera, la investigación prioriza la observación objetiva y la evidencia empírica para medir rigurosamente comportamientos, procesos cognitivos y funciones mentales.

Además, caracterizada por un reduccionismo causal, esta psicología busca correlaciones entre la actividad cerebral y las experiencias mentales. A partir de ello, se integra estrechamente con disciplinas como la neurociencia, la biología y la fisiología, promoviendo una sinergia entre la psicología y las ciencias naturales.

En el ámbito teórico, la psicología materialista mantiene una postura crítica hacia el dualismo filosófico que separa mente y cuerpo, reflexionando constantemente sobre las implicaciones filosóficas de sus supuestos. Además, adopta el realismo epistemológico al abordar la cuestión de qué es la materia y cómo puede ser conocida, reconociendo la realidad externa mientras se centra en comprender la materia en relación con los fenómenos mentales.

Considerando todo lo anterior, es posible afirmar que una psicología basada en el materialismo representa un enfoque integrador que busca unificar la comprensión de lo mental y lo físico. Con un énfasis en la observación, la medición y la integración con otras disciplinas científicas, este enfoque ofrece una perspectiva coherente y rigurosa sobre la naturaleza de la mente y el comportamiento.

Limitaciones del materialismo y su impacto en psicología

Aunque el materialismo ha contribuido al desarrollo de una psicología más objetiva, esta postura también tiene limitaciones claras, que han sido evidenciadas por diversos autores.

Una objeción lógica significativa en este sentido, se presenta con la posible violación del principio de salva veritate. Aplicado a las teorías materialistas fisicalistas, este principio sostendría que, si tenemos un predicado verdadero de lo mental, tal predicado también será verdadero de lo cerebral. En el contexto de la experiencia de post-imágenes, por ejemplo, donde se perciben propiedades como color y forma que no tienen correlatos directos en la retina ni en el cerebro, se plantea un desafío para la teoría de la identidad psicofísica, ya que no es posible explicar estos objetos mentales que parecen no tener equivalentes físicos (Díaz, 2013).

Una crítica más sustancial, conocida como la objeción de la generalización, propone que, si cada experiencia pasada es idéntica a una actividad neuroquímica específica, surge la pregunta de cómo se sostiene esta identidad cuando recordamos la misma experiencia en momentos diferentes. En este sentido, la plasticidad neuronal y la variabilidad en las conexiones sinápticas plantean desafíos a la consistencia de esta identificación neuroquímica a lo largo del tiempo.

En un nivel mucho más esencial, es necesario destacar que el propio concepto central de ‘materia’ sigue siendo impreciso, evidenciando limitaciones en los enfoques cognitivos de la conciencia (Díaz, 2013).

Estos desafíos filosóficos y científicos influyen en la manera en que la psicología basada en el materialismo se enfrenta a la complejidad de los fenómenos mentales y sus fundamentos físicos, planteando la necesidad de una reflexión continua y una integración más profunda entre la filosofía y la ciencia empírica.

Ventajas de una psicología basada en el materialismo

Adoptar una perspectiva materialista en el estudio de la psicología ofrece diversas ventajas que contribuyen a enriquecer la comprensión de la mente y el comportamiento humano.

  • Promueve la coherencia conceptual al eliminar la dicotomía mente-cuerpo, abogando por un monismo ontológico donde lo mental y lo físico están intrínsecamente vinculados. Esta coherencia reduce la necesidad de explicaciones dualistas, simplificando el marco teórico y facilitando la integración de conceptos.
  • Se integra de manera más fluida con disciplinas como la neurociencia, la biología y la fisiología. Este enfoque interdisciplinario permite una comprensión más completa al conectar fenómenos psicológicos con procesos físicos subyacentes, fomentando la colaboración entre diversas ramas del conocimiento.
  • Al priorizar la observación objetiva y la medición cuantitativa, se establece un fundamento sólido para la validación de teorías y la generación de conocimiento. Este énfasis en la evidencia empírica fortalece la base científica de la psicología.
  • Al considerar que la mente es una manifestación de procesos cerebrales y físicos, se supera la necesidad de recurrir a entidades abstractas o metafísicas, brindando una base más sólida para la investigación y la comprensión.
  • La psicología materialista se beneficia de los avances tecnológicos y metodológicos en campos como la neuroimagen y la genética. Estas herramientas permiten explorar directamente la relación entre la actividad cerebral y los fenómenos mentales, ofreciendo nuevas perspectivas y oportunidades para investigaciones más detalladas.
  • La comprensión detallada de los fundamentos neurofisiológicos de los trastornos mentales puede conducir a intervenciones más específicas y efectivas, mejorando las prácticas terapéuticas.

En conjunto, estas ventajas destacan la relevancia y el potencial de una psicología basada en el materialismo para avanzar en la comprensión científica de la mente y el comportamiento humano, contribuyendo así al progreso continuo de esta disciplina.

Referencias:

  • Audi, R. (2004) Diccionario Akal de Filosofía. Ediciones Akal. S. A.
  • Beorlegui, C. (2007). Filosofía de la mente: Visión panorámica y situación actual. Realidad: Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, volumen (111), pp. 121–160. camjol.info
  • Díaz, M. (2013). El materialismo en la filosofía de la mente y en las ciencias cognitivas. Scripta philosophiæ naturalis, volumen (4), pp. 43–57. dialnet.unirioja.es
  • Hidalgo, A. (2006). Materialismo Filosófico. Eikasia: Revista de Filosofía, volumen (2). cdn.goconqr.com
  • Sanguineti, J. (2008). Filosofía de la mente. Philosophica. cloudfront.net

Créditos imagen de portada: Foto de Charl Durand

R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.