El naturalismo en psicología: Una psicología naturalista

Aplicar los principios del naturalismo a la psicología facilita que sus productos sean susceptibles a la experimentación.

La necesidad de crear una psicología basada en los principios del naturalismo, surge como una respuesta en contra de aquellas tendencias que buscaban desarrollar esta disciplina exclusivamente en argumentaciones filosóficas y principios universales abstractos (Talak, 2019). De acuerdo a esto, una aproximación naturalista encaminaría el estudio del comportamiento individual hacia la búsqueda de un orden causal en los procesos psicológicos y cognitivos, con el fin de hacerlos susceptibles a la experimentación. Es decir, a los métodos de las ciencias naturales.

Desafortunadamente, el término naturalismo tiene muchos significados dentro del contexto de la ciencia. A veces, es interpretado como una máxima a partir de la cual todo lo existente es susceptible de ser investigado de manera científica; mientras que en otras ocasiones, es asociado con posturas materialistas o fisicalistas, que justifican cierto grado de reduccionismo teórico y metodológico en el desarrollo del conocimiento. Debido a ello, hablar de la construcción de una psicología naturalista, realmente implica mencionar una gran cantidad de corrientes; cuyos principios no siempre se dirigen hacia una misma dirección, o que incluso pueden verse confrontados.

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Por otro lado, el ‘naturalismo’ es ampliamente visto como un término positivo en los círculos filosóficos y científicos. Debido a ello, pocos autores y teóricos se declararían actualmente como «no naturalistas». Ya que esto sugeriría un alejamiento directo de su trabajo de los lineamientos de la ciencia (Papineau, 2007).

Dadas las imprecisiones mencionadas, a continuación, se puntualizarán algunos elementos esenciales de lo que realmente implica el naturalismo; así como la forma en que la psicología se ha relacionado con esta corriente en su necesidad de transformarse en una ciencia experimental.

¿Qué es el naturalismo?

En su sentido esencial, el naturalismo implica dos componentes, tesis o principios distintos:

  • Ontológico: indica que todo se compone de entidades naturales susceptibles de ser estudiadas por las ciencias. Las propiedades de dichas entidades determinan todas las propiedades de las cosas, incluidas las personas. Debido a esto, las dimensiones abstractas, también se construirían a partir de los abstractos reconocidos por las ciencias.
  • Metodológico: menciona que los métodos aceptables de justificación y explicación son, en algún sentido, conmensurables con los de la ciencia.

(Audi, 2004).

En estos términos, el naturalismo implicaría un enfoque donde la ciencia y sus métodos serían la principal (o incluso la única) fuente de conocimiento para las y los seres humanos. El principal impulso de esta corriente en los últimos siglos, proviene de los avances científicos y el incremento en la capacidad explicativa y cognitiva que suponen (Audi, 2004).

En un nivel más específico, el reconocer que la realidad se encuentra enteramente conformada y limitada por lo natural, implicaría que ésta no contiene nada sobrenatural o metafísico. Por lo que dimensiones como la mente humana son, de alguna u otra forma, fenómenos naturales que pueden ser explicados a partir del método científico (Papineau, 2007).

Ahora bien, existen distintas tendencias que parten de estos principios básicos para justificar corrientes propias. De esta forma, algunos autores infieren del componente metodológico que una postura naturalista es aquella que da prioridad a los métodos cualitativos, interfiriendo lo menos posible con la situación de investigación (Montoya, Cendrós, Govea, 2007). Así mismo, hay investigadores que sostienen que el naturalismo se encuentra asociado inevitablemente con el materialismo y el fisicalismo. Posturas que declaran que todo está formado por entidades o procesos físicos, cuyas propiedades determinan la totalidad de las propiedades de las cosas (Audi, 2004).

Una psicología basada en el naturalismo

Para desarrollar un modelo de psicología realmente basado en el naturalismo, es necesario saber distinguir entre lo que esta corriente implica, y lo que los diversos autores han querido interpretar en la misma. Para ello, es importante destacar que el naturalismo no entraña necesariamente una postura materialista o fisicalista, como la que han adoptado muchas corrientes de pensamiento en psicología. Dicho en términos simples, no es lo mismo declarar que todo lo que existe pertenece a la naturaleza y puede ser explicado por la ciencia; que decir, que aquello que no puedo explicar de acuerdo a un modelo de las ciencias naturales, simplemente no existe, o no debe ser del interés de la ciencia.

Para el naturalismo, la psique y lo moral son expresiones abstractas de una materia gobernada por sus propias leyes. En este sentido, una psicología auténticamente naturalista no descarta los fenómenos mentales como objetos de estudio; sino que intenta explicarlos a partir de variables materiales; por ejemplo, procesos biológicos y estructuras anatómicas específicas.

La naturaleza incluye múltiples fenómenos y un sustrato común entre los fenómenos, pero para su desarrollo actual y para su explicación última, no requiere ningún principio distinto de sí misma. Es así, que esta corriente niega la existencia de una causa trascendente del mundo, y se esfuerza en explicar todos los procesos mediante la revelación de potencias esenciales al universo bajo leyes que son necesarias y eternas (Montoya, Cendrós, Govea, 2007).

Una psicología basada en el naturalismo no reduce ‘lo natural’ a solo lo que es observable, ya que sostiene que la naturaleza comprende todos los hechos para el modo en que acontecen las cosas. Concepto que incluye a las y los seres humanos en todas sus dimensiones (Montoya, Cendrós, Govea, 2007).

Los métodos del naturalismo en la psicología

Uno de los principales obstáculos para el desarrollo de una psicología naturalista es la presunción de que los métodos de las ciencias naturales, es decir, la medición y la experimentación, no son apropiados dentro de esta disciplina. Esto, debido a que dichas estrategias se enfocan en buscar las causas generales de los actos, mientras que son incapaces de profundizar en los significados e intenciones individuales. Dimensiones que no son cuantificables (Bueno, 2016).

Ante este argumento, es importante recordar que las conductas cuyos significados e intenciones son investigadas por los científicos sociales, son el producto o resultado de procesos conductuales más básicos, como la percepción, el aprendizaje o el pensamiento. Dichas dimensiones, son susceptibles a la medición y experimentación; por lo que son el objeto de estudio de la psicología experimental, la cual puede construir teorías explicativas sobre ellos (Bueno, 2016).

Uno de los esfuerzos más conocidos por naturalizar la psicología, es el conductismo de John Watson; el cual intentó transformar esta disciplina en una ciencia natural, excluyendo de ella el estudio de dimensiones que no pudieran ser observables o medibles, como las emociones o el pensamiento; centrándose únicamente en el análisis de la conducta (Barreira, 2020). Desafortunadamente, y a pesar de la terminología empleada, este modelo de pensamiento en la psicología no se encuentra realmente basado en los principios del naturalismo; ya que no busca las causas de los fenómenos cognitivos en la naturaleza, sino que simplemente ignora su existencia al considerarlos ‘no naturalizables’.

Críticas a una psicología basada en el naturalismo

Gran parte de los argumentos en contra de una psicología basada en el naturalismo son el producto de la libre interpretación que muchos autores hacen de este enfoque.

En primer lugar, existe una marcada tendencia a asociar la postura naturalista con el materialismo estricto. Debido a ello, se propone que una psicología naturalista sería un enfoque reduccionista que consideraría que ‘lo científico’ solo es aquello que puede observarse y medirse; preferentemente de forma cuantitativa (Audi, 2004; Barreira, 2020). De esta manera, dimensiones como la conciencia quedarían fuera del campo de estudio de la ciencia. Un argumento, que como ya se ha visto, va en contra de una postura verdaderamente naturalista, la cual sostiene que todo puede explicarse por medio de la ciencia.

Por otro lado, se acusa al naturalismo de imponer una visión cientificista a los actos humanos. Los cuales supuestamente deberían ser analizados y comprendidos por las ciencias sociales, y no por las naturales. En este sentido, algunos autores argumentan que el desarrollo de una psicología naturalista cometería el error de proclamar los métodos de las ciencias naturales como ideales para el estudio de los fenómenos psicológicos, sin antes haber considerado la esencia de los objetos que pretenden analizar, y la pertinencia de dichos métodos (Audi, 2004).

Frente a este argumento, es posible comentar que la labor de la psicología es muy amplia, y que el estudio de los procesos psicológicos básicos a partir de los principios del naturalismo, no descarta el trabajo de los científicos sociales; quienes investigan los productos concretos que surgen cuando dichos procesos actúan en circunstancias concretas, a partir de otro tipo de metodología de orden interpretativo (Bueno 2016).

Una psicología naturalista no reduccionista

Como ya se ha comentado, el reduccionismo del que se acusa al naturalismo surge cuando este se asocia con una postura fisicalista. Sin embargo, algunos autores han respondido a esta crítica argumentando que las propiedades físicas, y por tanto naturales de las cosas pueden determinar a las demás sin ser equivalentes a ellas. Es decir, que las propiedades naturales que determinan un fenómeno no son, necesariamente, todas las propiedades de dicho fenómeno. Por lo que es necesario tomar en cuenta atributos separados en el tiempo y el espacio de los objetos y procesos que se estudian (Audi, 2004).

Esta postura contradice ciertos principios del naturalismo. No obstante, abre la posibilidad de concebir un tipo de psicología naturalista que tome en cuenta la existencia de fenómenos intangibles como la moralidad o el pensamiento, sin recurrir a reinterpretaciones, juegos de palabras u omisiones arbitrarias.

Aportaciones del naturalismo a la psicología como ciencia

Finalmente, es importante mencionar que el naturalismo, como paradigma filosófico y metodológico, ha influido enormemente, y de manera positiva, en el desarrollo de la psicología como ciencia. Algunas de las aportaciones más importantes que esta corriente ha significado para el estudio de los fenómenos psicológicos, son las siguientes:

  • Brinda una visión coherente del mundo que supera viejas herencias metafísicas y teológicas.
  • Vincula el estudio psicológico a prescripciones metodológicas donde las teorías e hipótesis deben comprobarse experimentalmente.
  • Define el campo de investigación de la psicología a una realidad determinada con cualidades específicas.
  • Libera el alcance de la investigación científica al permitir el estudio de cualquier tipo de dimensión (moral, política, cognitiva, ideológica o religiosa) a partir de principios claros y métodos específicos.

(Montoya, Cendrós, Govea, 2007).

Al final, es posible afirmar que el naturalismo es una plataforma sólida para el desarrollo de la psicología en cualquier campo; siempre y cuando se conozcan y sigan sus principios esenciales, y no se incurra en la reinterpretación oportunista de sus propuestas, con el fin de justificar otras posturas teóricas.

Referencias

  • Audi, R. (2004). Diccionario Akal de Filosofía. Madrid, España. Ediciones Akal S. A. [Documento PDF]
  • Barreira, I. (2020). El problema del reduccionismo naturalista en psicología y otras disciplinas. Revista de Epistemología y Ciencias Humanas: Universidad de Salvador, número (12). revistaepistemologia.com.ar
  • Bueno, R. (2016). La conducta intencional y el lado naturalista de la Psicología. Cátedra Villareal: Psicología, volumen (1), número (1). revistas.unfv.edu.pe
  • Montoya, C., Cendrós, J., Govea, M. (2007). Naturalismo o antinaturalismo en la investigación. Revista de Ciencias Sociales, volumen (13), número (2), pp. 346-354. redalyc.org
  • Papineau, D. (2007). Naturalism. Stanford Encyclopedia of Philosophy: sitio en línea. plato.stanford.edu
  • Talak, A. (2019). La cientificidad de la psicología reexaminada: permanencia y problemas del positivismo. II Congreso Internacional de Investigación: Universidad Nacional de la Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. memoria.fahce.unlp.edu.ar

Créditos de imágen de portada: Photo by Anna Shvets from Pexels

R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.