La psicóloga y autora estadounidense Elizabeth Loftus, es una de las figuras más reconocidas en el mundo de la psicología, debido a sus investigaciones revolucionarias sobre la cognición humana y la memoria. Este renombre proviene de su trabajo sobre el efecto de la desinformación y su impacto en el testimonio de testigos presenciales, una contribución que ha trascendido los confines académicos para influir en el sistema judicial de los Estados Unidos.
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La influencia del trabajo de Loftus en la psicología es tan profunda, que la Review of General Psychology, en 2002, la reconoció como el 58ª psicólogo o psicóloga más eminente del siglo pasado. Debido a esto, a continuación, exploraremos el trabajo de Elizabeth Loftus y su impacto en el entendimiento de la memoria, la generación de recuerdos y su modificación.
¿Quién es Elizabeth Loftus?
Elizabeth Loftus, nacida Elizabeth Fishman, nació el 16 de octubre de 1944 en Bel Air, California. Su padre, Sidney Fishman, era doctor del ejército de los Estados Unidos; y su madre, Rebecca, trabajaba como bibliotecaria.
Aunque inicialmente se matriculó en la Universidad de California Los Angeles (UCLA) para estudiar matemáticas, su interés cambió hacia la psicología. Tras graduarse, prosiguió sus estudios de posgrado en psicología matemática en la Universidad de Stanford, y en 1967, obtuvo su maestría en psicología matemática.
Durante su segundo año en Stanford, Elizabeth conoció a Geoffrey Loftus, quien se convertiría en su esposo el 30 de junio de 1968. En el último año de su doctorado, comenzó a estudiar la recuperación de información de la memoria semántica a largo plazo, tema que luego desarrollaría en su tesis doctoral.
En 1970, aceptó su primer puesto de trabajo en la New School for Social Research en la ciudad de Nueva York, donde centró su investigación en la memoria semántica. Sin embargo, la emoción por este tipo de investigación comenzó a desvanecerse y buscó proyectos con mayor relevancia social.
En 1973, se trasladó a la Universidad de Washington como profesora asistente, y en 1974, recibió una subvención del Departamento de Transporte de los Estados Unidos para estudiar la distorsión de la memoria, lo que eventualmente condujo al desarrollo del paradigma del efecto de la desinformación.
Durante los años 90, inició nuevas investigaciones sobre falsos recuerdos. En 2001, se trasladó a la Universidad de California, Irvine, para continuar su trabajo.
A medida que sus hallazgos fueron publicados, Loftus atrajo la atención de expertos legales y comenzó a ser consultada y a testificar en numerosos casos en los Estados Unidos, convirtiéndose en una figura influyente, y en algunos casos controvertida, en la psicología forense (Practical Psychology, 2020).
¿Cómo se forman y transforman los recuerdos?
El trabajo de Elizabeth Loftus y sus colaboradores ha destacado la naturaleza dinámica y a menudo falible de la memoria humana. Una de sus principales contribuciones es la idea de que los recuerdos no existen en un vacío, sino que continuamente interfieren entre sí, lo que puede llevar a distorsiones y errores. Esta ‘interferencia’ puede ocurrir especialmente después de la recepción de nueva información que es engañosa de alguna manera. Dicha información puede incorporarse en el recuerdo, suplementándolo o alterándolo, a veces de manera dramática (Loftus, Pickrell, 1995).
Las investigaciones de Loftus también han destacado cómo los errores de la memoria pueden surgir de errores en el monitoreo de la fuente de la información. Esto ocurre, por ejemplo, cuando las personas atribuyen incorrectamente una experiencia familiar a su pasado personal, cuando en realidad la experiencia proviene de otra fuente no personal, como una fotografía manipulada, la imaginación o la sugestión de una o un experimentador (Nourkova, Bernstein, Loftus, 2004).
Además, Loftus demostró que no solo es posible alterar los informes de memoria sobre detalles específicos de experiencias pasadas, sino que también es posible implantar recuerdos completos de eventos que nunca ocurrieron. Esto plantea un desafío significativo en la determinación de la veracidad de los recuerdos, ya que, según la investigación, es casi imposible determinar si un recuerdo particular es real o falso sin alguna corroboración independiente (Bernstein, Nourkova, Loftus, 2008).
De esta forma, la teoría de Loftus sobre el efecto de la desinformación sugiere que la información engañosa posterior al evento puede reemplazar permanentemente o interferir con los recuerdos originales formados cuando se presencia un evento. Esto destaca la vulnerabilidad inherente de la memoria humana y la facilidad con la que puede ser manipulada por información errónea o sugestiva.
Distorsionando recuerdos
Elizabeth Loftus dirigió diversas investigaciones y experimentos que permiten una comprensión profunda de cómo los recuerdos pueden distocionarse por información engañosa posterior al evento. En estos trabajos, las y los participantes primero presencian un evento complejo, como un crimen violento simulado o un accidente automovilístico. Posteriormente, la mitad de estas y estos sujetos recibe nueva información engañosa sobre el evento, mientras que la otra mitad no recibe ninguna desinformación. Finalmente, todos los y las participantes intentan recordar el evento original.
Un ejemplo típico de estos estudios involucra a dichos participantes viendo un video que representa un asesinato en una plaza abarrotada. Luego, algunos de ellos reciben información escrita sobre el asesinato, pero son engañados sobre lo que vieron. Por ejemplo, un vehículo crítico de color azul se describe como blanco. Cuando se les pregunta más tarde sobre el color del vehículo, aquellos que recibieron la información falsa tienden a adoptarla como su recuerdo. En estos y muchos otros experimentos, las personas que no recibieron la información falsa tuvieron recuerdos mucho más precisos.
Estos estudios han demostrado que la información engañosa posterior al evento puede alterar de manera poderosa el recuerdo de una persona, incluso llevando a la creación de recuerdos falsos de objetos que nunca existieron en realidad. En algunos experimentos, las diferencias en el rendimiento de la memoria después de recibir información errónea han alcanzado hasta el 30 o 40% (Loftus, Pickrell, 1995).
Aunado a esto, Loftus y sus colegas han destacado cómo la formulación de las preguntas y la introducción de información engañosa posterior al evento también influyen enormemente en lo que se recuerda (Bernstein, Nourkova, Loftus, 2008).
Implantando recuerdos
La investigación llevada a cabo por Elizabeth Loftus también nos proporciona una clara demostración de cómo los recuerdos pueden implantarse en la mente de las personas, llevándolas a creer en eventos que nunca ocurrieron en realidad.
Uno de los experimentos más destacados realizado por Loftus y sus colegas, en este sentido, involucró el intento de implantar un recuerdo falso en la mente de un adolescente llamado Chris. Chris fue proveído de descripciones detalladas de tres eventos reales de su infancia, así como un evento falso diseñado por los investigadores: el hecho de haberse perdido en un centro comercial cuando tenía cinco años. Durante cinco días, Chris escribió sobre estos eventos, incluido el falso recuerdo, y con el tiempo comenzó a recordar más y más detalles sobre haberse perdido en el centro comercial, incluyendo la apariencia del hombre que lo rescató y los sentimientos que experimentó en ese momento. Este estudio reveló que las personas pueden ser inducidas a creer que vivieron eventos enteros que nunca experimentaron, después de recibir sugerencias en ese sentido (Loftus, Pickrell, 1995).
Además, Loftus y sus colegas han demostrado en múltiples ocasiones que es posible implantar recuerdos falsos en la mente de las personas utilizando diferentes métodos, como la presentación de perfiles de personalidad falsos o la interpretación de sueños. Por ejemplo, en un estudio, se pidió a los sujetos que imaginaran un evento detalladamente que nunca ocurrió, como tropezar y romper una ventana con la mano. Esta simple tarea de imaginación fue suficiente para llevar a un número significativo de sujetos a afirmar que habían experimentado este evento cuando eran niños, incluso cuando habían negado previamente haberlo hecho (Bernstein, Nourkova, Loftus, 2008).
Elizabeth Loftus y los recuerdos reprimidos
Elizabeth Loftus ha contribuido significativamente a la comprensión de los recuerdos reprimidos y su autenticidad a través de su investigación sobre la distorsión y la implantación de la memoria. De manera especial, el estudio sobre perderse en el centro comercial plantea preguntas importantes sobre la fiabilidad de los recuerdos recuperados de eventos traumáticos. Este experimento demostró que las personas pueden ser llevadas a ‘recordar’ eventos que nunca ocurrieron realmente, lo que sugiere que algunos recuerdos recuperados pueden ser inadvertidamente implantados a través de preguntas sugestivas o técnicas terapéuticas como la imaginación guiada y la hipnosis (Practical Psychology, 2020).
De esta forma, los hallazgos de Loftus destacan la maleabilidad de la memoria y el potencial para crear o influir en falsos recuerdos mediante sugerencias externas, incluidas las de terapeutas, familiares o la cultura popular. Si bien Loftus reconoce que algunos recuerdos recuperados de abusos pueden ser auténticos, enfatiza la necesidad de cautela al aceptar tales recuerdos sin cuestionamiento. Señala que la mera existencia de falsos recuerdos no invalida todas las afirmaciones de abuso reprimido, pero subraya la importancia de la investigación científica rigurosa para validar o cuestionar suposiciones sobre la represión y recuperación de la memoria.
Debido a esto, Loftus cuestiona creencias ampliamente aceptadas en psicoterapia sobre la prevalencia de la represión y la interpretación de ciertos síntomas como evidencia de trauma reprimido. Así mismo, pide un esfuerzo renovado en la investigación para examinar críticamente estas suposiciones y distinguir entre recuerdos auténticos y aquellos que pueden estar influenciados o distorsionados por técnicas sugestivas o influencias culturales. De manera especial, destaca la necesidad de que terapeutas, así como abogados, jueces y jurados, ejerzan precaución y consideren el potencial de distorsión e implantación de recuerdos en contextos terapéuticos y legales (Loftus, 1993).
Principales obras de Elizabeth Loftus
Elizabeth Loftus ha escrito numerosas obras que abarcan una amplia gama de temas en psicología y memoria. A continuación, se mencionarán algunas de las más importantes:
- Human Memory: The Processing of Information (1976): Explora los procesos involucrados en la memoria humana, desde la codificación hasta la recuperación de la información.
- Cognitive Processes (1979): Examina los procesos cognitivos fundamentales que subyacen a la memoria, la percepción y el pensamiento.
- Eyewitness Testimony (1979): Aborda el tema crucial de la fiabilidad del testimonio de los testigos presenciales en el sistema legal, destacando cómo los recuerdos pueden ser influenciados y distorsionados por factores externos.
- Memory (1980): Profundiza en el estudio de la memoria humana, explorando su naturaleza, funciones y vulnerabilidades.
- Psychology (1981): Ofrece una visión general de la psicología como disciplina, cubriendo una variedad de temas desde la perspectiva de la investigación psicológica.
- Essence of Statistics (1982): Proporciona una introducción accesible y concisa a los principios estadísticos fundamentales, diseñada para estudiantes y profesionales de psicología y otras disciplinas.
- Mind at Play (1983): Examina la creatividad y el juego desde una perspectiva psicológica, explorando cómo el juego influye en el pensamiento, la resolución de problemas y el desarrollo personal.
- Witness for the Defense; The Accused, the Eyewitness, and the Expert Who Puts Memory on Trial (1991): Discute el papel crucial de la memoria en el sistema legal, destacando cómo los testimonios de los testigos pueden ser influenciados y cuestionados en el tribunal.
- The Myth of Repressed Memory (1994): Desafía la idea de que los recuerdos traumáticos pueden ser reprimidos y luego recuperados, argumentando en contra de la validez de esta teoría en la práctica clínica y legal.
Valor del trabajo de Elizabeth Loftus
El trabajo y las ideas de Elizabeth Loftus han tenido un impacto significativo en el campo de la psicología y la ciencia en general. Su investigación sobre la memoria ha arrojado luz sobre la naturaleza maleable de los recuerdos humanos y ha tenido importantes implicaciones en varios aspectos de la vida, desde el sistema legal hasta el comportamiento humano.
En primer lugar, el trabajo de Loftus ha transformado nuestra comprensión de la fiabilidad de los testimonios de los testigos presenciales en el sistema legal. Sus estudios han demostrado cómo los recuerdos de eventos pueden alterarse por la información errónea posterior y por técnicas sugerentes de interrogación. Esto subraya la importancia de la precaución al depender únicamente de la memoria de los testigos en casos judiciales, y ha llevado a cambios en la forma en que se recopila y se utiliza el testimonio de los testigos en el tribunal.
Además, Loftus y sus colegas han explorado cómo los falsos recuerdos pueden influir en el comportamiento humano. Su investigación preliminar sugiere que los recuerdos falsos pueden ser efectivos para promover cambios en el comportamiento, como la alimentación y el consumo de alcohol. Esto plantea preguntas importantes sobre la forma en que los recuerdos pueden moldear nuestras actitudes y comportamientos, y destaca la necesidad de una mayor investigación en esta área (Practical Psychology, 2020).
Conclusión
En conclusión, es posible afirmar que el legado de Elizabeth Loftus en el campo de la psicología y la ciencia es innegablemente significativo. Su trabajo sobre la naturaleza de la memoria humana reveló la maleabilidad y la susceptibilidad de los recuerdos a la influencia externa, transformando nuestra comprensión de cómo recordamos y cómo nuestros recuerdos pueden ser distorsionados. Desde sus primeros estudios sobre el efecto de la información errónea en el testimonio de los testigos presenciales, hasta sus investigaciones sobre la implantación de falsos recuerdos y su impacto en el comportamiento humano, Loftus ha desafiado las percepciones convencionales y ha generado importantes implicaciones para campos tan diversos como el sistema legal y la salud pública.
En última instancia, el trabajo de Loftus nos recuerda que la memoria, aunque fundamental para nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos, es inherentemente imperfecta y susceptible a la distorsión. Su legado nos invita a cuestionar nuestros propios recuerdos y a reconocer la importancia de la precaución y la investigación rigurosa al evaluar la validez de los recuerdos, tanto en el ámbito personal como en el legal. En un mundo donde la memoria a menudo se considera infalible, el trabajo de Loftus nos recuerda la importancia de ser críticos y reflexivos sobre nuestros propios recuerdos y los recuerdos de los demás.
Referencias:
- Bernstein, D., Nourkova, V., Loftus, E. (2008). From individual memories to oral history. Advances in Psychology Research, volumen (54), pp. 157-181. squarespace.com
- Loftus, E. (1993). The Reality of Repressed Memories. American Psychologist, volumen (48), número (5). academia.edu
- Loftus, E., Pickrell, J. (1995). The formation of false memories. Psychiatric Annals, volumen (25), pp. 720-725. weber.u.washington.edu
- Nourkova, V., Bernstein, D., Loftus, E. (2004). Biography becomes autobiography: Distorting the subjective past. The American Journal of Psychology, volumen (117), número (1), pp. 65-80. papers.ssrn.com
- Practical Psychology. (2020). Elizabeth Loftus (Psychologist Biography). Prácticalpie.com. practicalpie.com