Psiconeuroinmunología y pseudoterapias aplicadas

Diversas pseudoterapias reinterpretan y exageran los limitados resultados de la psiconeuroinmunología, para presentarlos como su supuesta base científica.

La psiconeuroinmunología es un campo interdisciplinario que cuestiona la noción de que el sistema inmune es autónomo e independiente del sistema nervioso. Postulando, en cambio, que los procesos de inmunorregulación pueden estar influenciados por el cerebro y viceversa. Aunque esta área ha realizado algunos avances en los últimos años, la evidencia actual aún no respalda completamente la hipótesis de que los cambios inmunológicos sean un mecanismo crucial a través del cual los factores psicosociales influyan en la salud y la enfermedad. No obstante, y a pesar de la falta de pruebas concluyentes, la psiconeuroinmunología ha sido utilizada en ocasiones como supuesta base científica indiscutible para respaldar todo tipo de pseudoterapias; incluyéndola arbitrariamente dentro de campos como la medicina alternativa o complementaria (Baladia, 2016).

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A continuación, describiremos los principios de esta disciplina, así como la forma en que su postura y resultados aún limitados, son tergiversados y reinterpretados para justificar distintos tipos de prácticas pseudocientíficas populares. Una tendencia que pone en riesgo la salud y bienestar de aquellas personas que acuden a esta clase de tratamientos.

¿Qué es la psiconeuroinmunología?

Antes de abordar su relación con las pseudoterapias, es necesario entender qué es la psiconeuroinmunología.

La psiconeuroinmunología es un campo de investigación interdisciplinario que estudia las interacciones entre la conducta, los sistemas neuronal y endócrino, y los procesos de adaptación inmunológicos. Este término fue acuñado por primera vez por el doctor Robert Ader en 1980, y ha ganado popularidad desde entonces (Baladia, 2016).

Esta corriente se centra en comprender cómo los estados mentales, el cerebro y el sistema inmune se relacionan a través de mecanismos biológicos conocidos. En este sentido, una de las contribuciones más importantes de la psiconeuroinmunología al debate científico ha sido cuestionar la noción de que el sistema inmune opera de forma autónoma e independiente del sistema nervioso (Baladia, 2016; Molina, 2020).

En términos muy generales, la psiconeuroinmulogía se basaría en los siguientes principios:

  • Reconoce que todos los sistemas del cuerpo humano están interconectados y se influyen mutuamente. De esta manera existiría una comunicación bidireccional entre el cerebro, el sistema inmunológico, el sistema endócrino, el sistema gastrointestinal, el sistema respiratorio y el sistema cardiovascular. Estos sistemas interactuarían, afectando la salud y el bienestar general.
  • Existe una relación entre los procesos mentales y el cuerpo que requiere ser investigada.
  • Nuestras emociones y pensamientos influyen en nuestro estado físico, y pueden generar alteraciones en función de cómo vivimos los acontecimientos diarios.

(Molina, 2020; Monet, Gross, Álvarez, 2022).

Es necesario destacar que las y los investigadores que siguen esta corriente no conciben la psiconeuroinmunología como una ciencia en sí misma, sino como un enfoque que busca profundizar en las relaciones existentes entre la conducta, la función neural y endócrina, y los procesos del sistema inmunológico, para explorar su relevancia en el proceso de salud-enfermedad (Baladia, 2016).

Desarrollo de la psiconeuroinmunología

La psiconeuroinmunología se basa en algunas investigaciones que sugerirían una relación de interdependencia entre el sistema inmunológico, el sistema nervioso y los factores psicosociales. Estos estudios respaldan la idea de que las emociones, los factores psicosociales y el estrés pueden influir en la respuesta inmunitaria y desempeñar un papel en el desarrollo y la progresión de diversas enfermedades somáticas y mentales (Sánchez, Robles, 2018).

Entre estos trabajos, se encuentran algunas investigaciones que encontraron asociaciones significativas entre variables psicosociales de riesgo, como la ansiedad, la ira o la angustia, y protectoras, como el apoyo social, con la respuesta inmunitaria en pacientes con cáncer (Sánchez, Robles, 2018; Monet, Gross, Álvarez, 2022).

Además, otros trabajos han encontrado conexiones entre los factores psicosociales y la salud. Por ejemplo, se ha demostrado que el tabaquismo en personas con VIH intensifica el riesgo de desarrollar infecciones oportunistas y cáncer de pulmón en mayor medida que los riesgos propios de la enfermedad sistémica. Aunado a esto, se ha observado que los tratamientos conductuales contra el estrés que mejoran el sueño pueden reducir los marcadores de inflamación, lo que tiene implicaciones para el riesgo cardiovascular y otras enfermedades inflamatorias (Sánchez, Robles, 2018).

Por otro lado, la psiconeuroinmunología también ha explorado otros aspectos, como el papel de las microglias en el sistema inmunológico del cerebro y su posible implicación en trastornos psicopatológicos, como el autismo y la enfermedad de Alzheimer. Además, se han investigado los sistemas genéticos relevantes de regulación del estrés y su interacción con factores estresantes psicosociales en la aparición de enfermedades mentales graves como la psicosis (Sánchez, Robles, 2018).

Todo este cuerpo de trabajos de investigación ha dado sustento a las propuestas básicas de la psiconeuroinmunología.

Limitaciones de la psiconeuroinmunología

A pesar de los avances significativos realizados por investigaciones que adoptan el enfoque de la psiconeuroinmunología, este modelo tiene varias limitaciones que deben tenerse en cuenta. A continuación, destacamos algunas de estas limitaciones:

  • Insuficiencia de modelos y efectos: Los modelos utilizados para estudiar los efectos del condicionamiento en la psiconeuroinmunología no han mostrado resultados lo suficientemente grandes como para responder a preguntas concretas sobre la especificidad de las respuestas condicionadas. Por lo tanto, no se ha establecido definitivamente que una susceptibilidad alterada a la enfermedad sea el resultado directo de cambios biológicamente relevantes en la función inmunológica debido a experiencias de vida estresantes.
  • Complejidad de las interacciones: Las interacciones entre el sistema inmunológico, el cerebro y los factores psicosociales son extremadamente complejas y desafían cualquier caracterización sencilla de sus efectos en la inmunología y sus consecuencias clínicas. En este sentido, aún no se han logrado comprender por completo los mecanismos neuroendocrinos que respaldan los cambios en el sistema inmunológico en respuesta a estímulos condicionados o experiencias estresantes.
  • Limitaciones en la demostración de cambios biológicos relevantes: Aunque existen estudios que sugieren que los estados emocionales pueden ser factores de riesgo para enfermedades y que se pueden observar marcadores inmunológicos alterados en estas afecciones, no se ha demostrado de manera concluyente que los efectos del estado de ánimo sobre la salud sean el resultado directo de cambios biológicos relevantes en la función inmunológica.
  • Simplificación excesiva: La idea de que un estímulo condicionado o una experiencia estresante puedan perturbar el sistema inmunológico y conducir a una enfermedad manifiesta de manera aislada, es una noción simplista tanto desde el punto de vista inmunológico como del comportamiento.

(Baladia, 2016).

Desarrollo de pseudoterapias basadas en la psiconeuroinmunología

A pesar de que un número significativo de profesionales en el campo de la investigación de la psiconeuroinmunología siguen el método científico para avanzar y establecer su reputación dentro de la comunidad científica, esta corriente ha sido objeto de interpretaciones erróneas y exageradas por parte de algunas pseudoterapias que buscan justificar prácticas sin sustento científico.

Por un lado, la psiconeuroinmunología ha sido vinculada erróneamente con la medicina alternativa o complementaria. De esta manera, algunas terapias de cuerpo-mente, como la hipnoterapia, el yoga, el tai-chi, la meditación y la relajación, se han presentado como respaldadas por este enfoque, a pesar de que no cuentan con un sólido respaldo científico (Baladia, 2016).

Además, algunas pseudoterapias han intentado utilizar la psiconeuroinmunología para respaldar terapias nutricionales sin base científica sólida (Fernández, Martín, 2021; Fisio-online, 2022; Institute Arquer, 2022). De esta forma, aunque se han llevado a cabo investigaciones preliminares sobre los posibles mecanismos de acción y se han obtenido algunas pruebas clínicas no concluyentes, no se ha encontrado evidencia de que se estén investigando terapias nutricionales alternativas basadas en este enfoque (Baladia, 2016).

Por otro lado, existen pseudoterapias que han hecho afirmaciones exageradas sobre la capacidad de tratamientos supuestamente basados en la psiconeuroinmunología para permitir a las personas “autoregular” su organismo y controlar su nivel hormonal. Estas promesas suelen carecer de fundamentos científicos sólidos, y pueden llevar a expectativas poco realistas en los pacientes (Molina, 2020).

Aunado a esto, es necesario hacer notar que a pesar de los discursos que promueven la relación entre aspectos psicosociales y el sistema inmunológico, muchas de estas afirmaciones carecen de evidencia científica rigurosa, ya que el enfoque de la psiconeuroinmunología sigue siendo objeto de debate y se requiere más investigación para establecer conclusiones sólidas sobre sus implicaciones clínicas.

Pseudoterapias basadas en la psiconeuroinmunología

Como ya se ha mencionado, algunas pseudoterapias han utilizado los principios de la psiconeuroinmunología para respaldar sus propias técnicas, aunque carecen de fundamentos científicos sólidos. Por lo tanto, es importante diferenciar entre la investigación legítima en este campo y las terapias alternativas que no cuentan con evidencia probada.

Un ejemplo de esto es el posgrado universitario en psiconeuroinmunoendocrinología ofrecido en algún momento por la Universidad de Barcelona (UB). Aunque este se presentaba como un curso basado en la psiconeuroinmunología, realmente no cumplía con las directrices establecidas por la Psychoneuroimmunology Research Society, siendo identificado por el Ministerio de Sanidad como una terapia de eficacia no probada (Baladia, 2016).

En cuanto a la relación entre la nutrición y la psiconeuroinmunología, es importante destacar que la “inmunonutrición” ha sido bien descrita y estudiada. No obstante, no se ha establecido una relación directa con el sistema nervioso central, ya que los estudios existentes alrededor de este tema son limitados y muestran resultados contradictorios. Además, muchas revisiones narrativas relacionadas con la nutrición y la psiconeuroinmunología carecen de una metodología sólida y no cumplen con los estándares científicos (Baladia, 2016).

Algunas pseudoterapias afirman que el sistema nervioso, el sistema endócrino y el sistema inmunológico están condicionados por la flora intestinal y, por lo tanto, se centran en el tratamiento del microbiota intestinal (Institute Arquer, 2022). Sin embargo, estas afirmaciones no han sido confirmadas y carecen de respaldo científico.

Es importante tener en cuenta que esta corriente se basa en un enfoque multidisciplinario para comprender los mecanismos subyacentes de las enfermedades crónicas y la interacción entre el cuerpo, la mente y el sistema inmunológico. Sin embargo, muchas pseudoterapias utilizan los principios de la psiconeuroinmunología sin seguir un enfoque científico riguroso y sin contar con evidencia confiable.

El peligro de recurrir a pseudoterapias basadas en la psiconeuroinmunología

Adoptar pseudoterapias supuestamente basadas en la psiconeuroinmunología, puede representar varios riesgos significativos para la salud y el bienestar de las personas. Es fundamental comprender estos peligros para evitar poner en riesgo la salud de aquellos que podrían beneficiarse de un tratamiento médico apropiado.

En este sentido, el uso de terapias no probadas, ya sean convencionales o alternativas, puede tener consecuencias negativas en la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes. Esto es, al optar por pseudoterapias basadas en la psiconeuroinmunología, las personas pueden perder oportunidades de recibir tratamientos efectivos y seguros respaldados por evidencia científica confiable. Esto puede conducir, a su vez, a un empeoramiento del pronóstico de la enfermedad, una disminución de la calidad de vida, y una pérdida de tiempo valioso para recibir la atención médica adecuada (Baladia, 2016; Fernández, Martín, 2021).

De igual manera, las pseudoterapias basadas en la psiconeuroinmunología a menudo carecen de una base sólida de conocimiento científico y evidencia respaldada por investigaciones publicadas en revistas médicas. La falta de fundamentos sólidos aumenta el riesgo de que se presenten aspectos especulativos, supuestos infundados o datos no demostrados. Esto puede llevar a la difusión de información errónea y a la adopción de prácticas no respaldadas por evidencia científica, lo que potencialmente perjudica a las personas que confían en estas pseudoterapias (Baladia, 2016).

Finalmente, es necesario comentar que la adopción de terapias no probadas, ya sean convencionales, complementarias o alternativas, puede resultar en un aumento del gasto de recursos económicos y sanitarios. Mismos, que podrían utilizarse de manera más efectiva en tratamientos respaldados por evidencia científica, lo que garantizaría un uso eficiente y óptimo de dichos recursos disponibles (Baladia, 2016).

Referencias:

  • Baladia, E. (2016). Postura del CoDiNuCat respecto a las terapias nutricionales relacionadas con mecanismos de acción investigados por la psiconeuroinmunología (PNI). CoDiNuCat.  codinucat.cat
  • Fisio-online (2022). Psiconeuroinmunología (PNI). Fisio-Online. fisioterapia-online.com
  • Fernández, J., Martín, S. (2021). Psiconeuroinmunología, la «pseudociencia» que Buenafuente llevó al teatro. RedaciónMédica.com. redaccionmedica.com
  • Institute Arquer (2022). Psiconeuroinmunología. Qué es y porqué deberías empezar. Arquer.com. arquer.com
  • Molina, J. (2020). Psiconeuroinmunología: una propuesta no inmune a la crítica. Revista Psykhé, edición (septiembre), pp. 15-18. repositorio.uca.edu.sv
  • Monet, D., Gross, V., Álvarez, J. (2022). Psiconeuroinmunología, su relación con las enfermedades. Anales de la Academia de Ciencias de Cuba, volumen (12), número (2). scielo.sld.cu
  • Sánchez, D., Robles, M. (2018). Psiconeuroinmunología: hacia la transdisciplinariedad en la salud. Educación Médica, volumen (19), número (2), pp. 171-178. sciencedirect.com
  • Vinyes, D. (2001). Psiconeuroinmunología. TerapiaNeural.com. terapianeural.com
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.